UNA PAREJA INSÓLITA PROPONE
UNA ESTRATEGIA PARA BAJAR DE PESO
Cuando Myles Berkowitz
conoció a Steven Kates a través de un amigo mutuo en 2006, le surgieron dudas
graves sobre él
Primero, estaban
los tatuajes. Kates, un entrenador personal en Los Angeles, está cubierto con
ellos, incluido uno, en el cuello, de un ratón muerto. Berkowitz, un cineasta
independiente, conocido por su parodia de un documental, “20 Dates”, prefiere
los pantalones y las camisas de vestir, informales. Segundo, lo que decía Kates
parecía demasiado bueno para ser verdad. En
ese entonces, Berkowitz tenía el mayor peso que llegó a pesar, 99 kilogramos, y le
pidió consejo a Kates sobre cómo bajarlos. Éste le dijo QUE COMIERA TODOS SUS ALIMENTOS
FAVORITOS – costillas, hamburguesas, pizza, PERO EN MENOR CANTIDAD.
Berkowitz no le
creyó.
“Pensó que yo
era un sabelotodo irreflexivo”, dijo Kates
de 56 años hace poco, sentado junto a Berkowitz de 51, en un restaurante en
Santa Monica, California.
“Todavía está en
tela de juicio si me caes bien”, replicó Berkowitz sonriendo.
Conozcan a los creadores de LIFESIZE, una COMPAÑÍA PARA BAJAR DE
PESO que evolucionó a partir de ese encuentro, y que después de una
trayectoria larga, apoteósica y costosa, POR
FIN ESTÁ EMPEZANDO A TENER ÉXITOS.
Berkowitz y
Kates son un ejemplo de cómo las parejas que se complementan,
aunque sean algo insólitas, son a menudo lo que SE REQUIERE PARA ECHAR A ANDAR UNA IDEA. Se puede pensar en Steve
Jobs y Steve Wozniak, o en Coco Chanel y Pierre Wertheimer, su socio en el
negocio de los perfumes; hasta en Sonny y Cher. Todos son ejemplos de cómo DOS CONJUNTOS DE HABILIDADES Y DE
PERSONALIDADES muy diferentes se unen para CREAR ALGO INNOVADOR.
En el caso de LIFESIZE – EL SISTEMA DIETÉTICO DE CONTROL DE PORCIONES, cuyo propósito es que
SEA FÁCIL SEGUIRLO gracias a
artefactos plásticos para medir algunos grupos de alimentos, como los
carbohidratos, las carnes y los productos lácteos _, KATES aportó la pericia y los conocimientos sobre dietas y
nutrición. Después de estudiar biología en la Universidad de
California, Los Angeles, pasó años operando gimnasios y asesorando a clientes,
incluidas celebridades, con sus dietas. BERKOWITZ,
egresado de la Universidad
de Pensilvania, aportó el arte de vender. Como un cineasta que con
frecuencia tuvo que reunir a duras penas los presupuestos, sabía cómo hacer una
buena presentación y conseguir capital para empresas emergentes.
Ninguno de ellos
sabía que podrían llegar a ser socios con base en esa primera reunión. Kates dijo que para bajar de peso, no
importa lo que se come – de hecho, insistió en que Berkowitz no se
limitara a pollo asado con vegetales _, SINO
QUÉ TANTO SE COME. Berkowitz no se convenció, PERO TOMÓ NOTA DE LOS TAMAÑOS DE LAS PORCIONES que le mostró Kates
con las manos.
Al día
siguiente, Berkowitz empezó a preguntarse si Kates podría realmente tener
razón. “Así que salí corriendo y conseguí barro”, dijo Berkowitz.
“Según sus
medidas, mi esposa y yo hacemos bols”. Los llevaron a Color Me Mine, un estudio
de alfarería y los echaron a andar. “Pongo una 'C’ enorme de carne debajo de
uno. Una gran 'H’ para carbohidratos, y 'L’ de lácteos, porque así se dividen. EMPECÉ
A COMER ASÍ. AUMENTÓ MI ENERGÍA Y EL PESO COMENZÓ A CAER”. Al
final, bajó 20
kilogramos.
Berkowitz estaba
intrigado por la simplicidad del plan de Kates. A diferencia de WEIGHT
WATCHERS, que también promueve EL
CONTROL DE LAS PORCIONES, no había necesidad de agregar puntos o saber cuántos
gramos de grasa hay en la comida. Asimismo, el tamaño de las porciones de Kates era más grande que el de otras
dietas que había visto.
BERKOWITZ VIO UN NEGOCIO QUE PODRÍA VENDER. Y para ese momento ya había superado lo de los tatuajes de Kates.
En unas cuantas semanas, decidió dejar de lado el proyecto de una película y
trabajar con Kates en lo que se convertiría en LIFESIZE, calculando que se llevaría de seis meses a un año.
LA DIETA LIFESIZE incluye
algunos alimentos “LIBRES”, incluidos el yogurt bajo en grasas, todas las frutas y
papas que no estén fritas, que se pueden comer libremente, SIN IMPORTAR EL
TAMAÑO DE LA PORCIÓN. Al buscar los dólares para la
inversión, pensó que eso sería un atractivo comercial. Sin embargo, no fue el
caso para alguien al que llama “el hombre papa”.
“Hablé con él
durante días, le encantaba todo el programa, iba a invertir 50,000 dólares”,
dijo Berkowitz.
“Y, entonces,
dijo de repente: 'Creo en esto pero no creo que las papas sean saludables. Tienen un
alto índice glucémico. No puedo apoyar un programa en el que las papas se coman
libremente’”.
Había otros
obstáculos, incluida la presentación en Home Shopping Network, donde se
prohibía a los hombres decir que LIFESIZE
ayuda
a que la gente baje de peso, porque no se había hecho ningún estudio que lo
demostrara.
“¿Entonces, qué
íbamos a decir?”, notó Berkowitz. Al final, se centraron en las palabras “CONTROL DE PORCIONES”, y vendieron
mercancías por un valor de 55,000 dólares. Sin embargo, Berkowitz pensaba que
pudieron haber vendido muchísimo más sin la restricción.
Era 2011. Este
año, tras gastar 400,000 dólares en ahorros y créditos financieros, las cosas
finalmente se están acomodando, ya que ambos hombres dedican la mayor parte de
su jornada de trabajo a la compañía. Es empleo de tiempo completo para
Berkowitz, y Kates sigue siendo un entrenador personal.
LOS KITS DE LIFESIZE se han vendido en el sitio web de la empresa, y se está planeando
otra participación en HSN; sí, Berkowitz
pagó para que la
Universidad Estatal de Colorado hiciera un estudio para
demostrar que el programa ayuda a que la gente baje de peso.
Tsz Ying Lee,
una especialista en medicina interna en Los Angeles que también opera un NEGOCIO DE MANEJO DEL PESO, tiene un KIT LIFESIZE en su consultorio
y RECOMIENDA EL SISTEMA A SUS PACIENTES.
(Lee, a quien se conoce como Amy, consulta con Berkowitz y Kates sobre LIFESIZE informalmente porque LE INTERESA EL PRODUCTO, pero no le pagan. A medida que
crece la compañía, dice Berkowitz, ella tendrá una función más oficial.)
LIFESIZE “NO
ES UN SISTEMA PERFECTO, PERO SÍ UNO QUE TE PONE A PENSAR, lo que es más
importante”, dijo Lee.
“CUANDO VES EL KIT, PIENSAS 'HUY, SÓLO ES UN MONTÓN
DE ARTEFACTOS PARA MEDIR’”, comentó. “ES UNA HERRAMIENTA. Pero la gente no
sabe qué hacer cuando no tiene las herramientas. Siempre trato de usar las
manos: 'Esto parece cuatro onzas de pollo’. CON EL KIT, SE HACE MUY FÁCIL”.
Berkowitz dijo
que LA SIMPLICIDAD DE LA DIETA para bobos se inspiró en SU PROPIA FALTA DE CONOCIMIENTO SOBRE
NUTRICIÓN cuando se conocieron Kates y él; ÉL QUERÍA QUE EL SISTEMA FUERA FÁCIL PARA QUE LO USARA CUALQUIERA.
“Era un
idiota total en cuanto a calorías, alimentos y cosas de esas. Steven ya lo
había hecho antes. Pero yo no sabía que el arroz es un carbohidrato”.
“Creía que
era un vegetal”, dijo Kates, sonriendo.