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sábado, 19 de noviembre de 2011

MEDICINA BIOLÓGICA Dr. Germán Duque Mejía: EL BUEN SITIO, KÄTHE BACHLER


LA CIENCIA GEOBIOLÓGICA

 EL BUEN SITIO, EL BUEN DORMIR

 KÄTHE BACHLER: MEMORIAS DE UNA MAESTRA RADIESTESISTA

 La Maestra Radiestesista Austríaca KÄTHE BACHLER ha sido una de las pioneras en la GEOBIOLOGÍA




Maestra de escuela de profesión, Bachler inicia su extensa labor como investigadora alertada por el bajo rendimiento escolar evidenciado en algunos alumnos. Al revisar sus lugares de descanso encontró que sus camas estaban emplazadas sobre ZONAS GEOPATÓGENAS, alterando SUS BIORRITMOS con la consecuente generación de alteraciones del sueño y severos problemas de salud que no encontraban solución en la medicina convencional. Todos evidenciaron una súbita mejora en su salud y en su rendimiento escolar cuando fueron reubicados en los buenos sitios que señalara oportunamente.

Los contundentes resultados de la RADIESTESISTA hicieron eco en el Instituto Pedagógico de Salzburgo donde fue invitada a realizar una investigación más extensa titulada como “El fracaso escolar como posible resultado de las influencias geobiológicas en la casa y en la escuela”. Dando conferencias y realizando prospecciones por toda Austria, Bachler concluía en el mentado estudio:

“Constantemente llegué a la conclusión, que los alumnos que estaban siempre cansados, los más vagos, los que tenían mayor dificultad de concentración y peor memoria, los que eran más problemáticos, los que siempre estaban débiles y enfermos, etc, todos ellos siempre se encontraron sometidos a la influencia de cruces de interferencia”

Estas investigaciones de la maestra radiestesista fueron publicadas en su libro “Experiencias de una radiestesista”.

Fuente: RADIESTESIA DEL BUEN SITIO por Käthe Bachler



BUEN SITIO: SITIOS “VERDES”,
LIBRES DE IRRADIACIÓN GEOPÁTICA

LA GEOBIOLOGÍA INVESTIGA LAS ENERGÍAS COSMO-TELÚRICAS y su relación sobre todos los seres vivos. Su campo de estudio es bastante amplio, abarcando tanto las energías naturales: MEDIO TERRESTRE, ELECTRO-ATMOSFÉRICAS, RADIACIONES CÓSMICAS; como las derivadas “del supuesto entre comillas”, progreso tecnológico...

Algunos ejemplos: LA CALIDAD BIÓTICA DEL TERRENO; las redes telúricas y demás alteraciones, sobre todo la red diagonal Curry, las fallas y las venas de agua subterránea; la radiactividad natural y la de los materiales de construcción; la calidad del aire y los posibles agentes contaminantes de procedencia tanto química, como atmosférica; la ionización del hábitat y las cargas electro-estáticas; el electrosmog o CEM; * la incidencia de las radio-frecuencias y micro-ondas sobre el cerebro humano; la contaminación acústica; la cromoterapia y su relación bio-cromática sobre las personas;  las formas de los objetos y las energías por estos emitidas; la bio-climatización; la armonía o concordancia entre el paisaje, la conciencia y las formas del lugar y un largo etcétera... *

* CEM = Campos electromagnéticos.

De todos estos aspectos mencionados los más importantes son el telurismo, o radiaciones procedentes del subsuelo de la corteza terrestre y la contaminación electromagnética, tanto del interior, como del exterior de nuestra vivienda. Si a esto le añadimos una casa construida en un BUEN SITIO con materiales ecológicos y autóctonos, bajo estrictos criterios psicogeométricos, lograremos un hábitat en permanente equilibrio cosmo-telúrico...

A pesar de ser una gran evidencia, la ciencia oficial niega sistemáticamente la realidad del telurismo y de las redes magnéticas, aduciendo que en las universidades no se enseñan estos extraños conocimientos. Es obvio que si queremos aprender GEOBIOLOGÍA TELÚRICA no podemos ir a una universidad, lo mejor es ponernos en manos de un amable y humilde zahorí, o también leer la obra del científico francés Yves Rocard, físico nuclear y hombre de mente preclara.

La actual ciencia contemporánea separada de un principio creador original, se pierde en el laberinto de las teorías, pasándosele desapercibidos los grandes misterios de la madre naturaleza... Hasta que la ciencia no se adentre humildemente en lo profundo del bosque, hasta que los científicos no construyan laboratorios de conciencia y espiritualidad, no logrará la ciencia despertar del eterno sueño tridimensional y avanzar más allá de las mecanicistas normas euclidianas, auto-impuestas por doctos próceres periclitados...

Mejor haría la ciencia si abandonara los estériles experimentos de manipulación genética y se acercara en mansedumbre a los orígenes de la perdida auto-inocencia infantil... Miles de veces lo repitió el Kabir Jeshua Ben Pandirá, pero creo que todavía no lo hemos podido comprender: "Dejad que los niños se acerquen a mí, pues de ellos es el reino de los cielos" y los misterios de la tierra, del agua y del fuego...

Si la ciencia quiere avanzar en armonía con el cosmos, debe hacerlo a través de la comprensión natural de los mecanismos cognoscitivos internos de la propia naturaleza humana, a través de la conciencia o psiquis del demiurgo creador. Las universidades deberían enseñar a sus postulantes la real ciencia de la meditación real ó el raya yoga; técnicas de discernimiento; de control de las emociones internas; de quietud mental y el despertar de la conciencia activa y serena, a través de prácticas continuadas de relajación y concentración mental... Seguramente entonces comprenderían las redes cosmo-telúricas y las energías de nuestra querida MADRE TIERRA...

LA GEOBIOLOGÍA germinó en el continente europeo a principios del siglo XX. Fue un re-descubrimiento de los ancestrales conocimientos de LOS GRANDES GEOMANTES DE LA VIEJA CHINA; del retorno de la sabiduría intuitiva de los rabdomantes de la vieja Atlántida y del Egipto de los faraones; de la concretización científica de todo un saber antiguo, perpetuado siempre en ocultación por los viejos druidas y por nuestros queridos zahoríes.

Uno de sus primeros re-descubridores fue el iluminado Varón Gustav von Pohl, quien realizó en 1932 en Vilsbiburg, Alemania, un gran estudio epidemiológico, constatando la relación-influencia entre las venas de aguas subterráneas y los casos de cáncer. Este magnífico estudio fue corroborado oficialmente por el alcalde de Vilsbiburg y por las autoridades médicas pertinentes, mediante su correspondiente acta notarial.

Otro precursor y re-descubridor de esta antiquísima ciencia, fue el investigador alemán Dr. Ernest Hartmann, quién en 1950 descubrió que un porcentaje elevadísimo de defunciones estaban muy relacionadas con las denominadas GEOPATIAS, GEOPATOLOGÍAS O ZONAS ENERGÉTICAS DESVITALIZANTES. Ello le permitió corroborar que el ESTRÉS GEOPÁTICO es una constante energética en los desarreglos del sistema inmunológico de los seres vivos.


BANDAS DE HARTMAN, ENTRELAZADAS CON LAS LÍNEAS DE CURRY Y UN ENFARDAMIENTO DE AGUA SUBTERRANEA

Muchos de los que han contribuido con su gran dedicación a la expansión de la GEOBIOLOGÍA, son o eran profesores, médicos, físicos, geólogos, climatólogos e investigadores, como Hartmann, Curry, Cody, Peyre, Wittmann, Hager, Blanche Merz y Käthe Bachler, entre otros muchos.

Seguramente también han contribuido otros investigadores anónimos, que han sido obviados consciente o inconscientemente por la propia historia heterodoxa e irreverente de LA GEOBIOLOGÍA. A todos ellos queremos dedicar humildemente estas palabras. Tenemos que tener fe y confianza, pues es la fe la que nos guía, y aunque los hombres mueran victimas de su propia intemporalidad, es en el recuerdo de sus grandes obras que perdurarán eternamente inmortales, ajenos a toda posible INSUFICIENCIA SOCIO-ANTROPOLÓGICA. Sirvan estas humildes palabras a modo de consideración y respeto...

Alejandro Mir i Flor

Escritor y divulgador de la salud del hábitat. Radiestesista del Buen Sitio, experto en estudios geobiológicos y Geobiología Positiva.

LOS PRINCIPIOS DE LA GEOBIOLOGÍA

Las primeras observaciones científicas sobre las influencias perjudiciales del telurismo y sus posibles efectos sobre los seres vivos, se los debemos al doctor Haviland, Inglaterra, quien a finales del siglo XIX presentó varios de sus trabajos a la sociedad de medicina de Londres, aunque no le valoraron sus esfuerzos. Entre 1918 y 1939 Henri Mager, un ingeniero francés re-descubrió la existencia de un tipo muy indeterminado de radiación procedente del subsuelo de algunos terrenos, comprobando que se trataba de una red energética bastante regular. Este gran investigador constató que en el cruce o confluencia de sus líneas energéticas, la nocividad era mucho más notoria.

Fue el doctor Peyre, investigador y radiestesista, quien corroboró que esta red energética circundaba todo el planeta. Y verdaderamente no estaba desacertado. El Dr. Peyre nos Comenta: “Es una radiación norte-sur, aparentemente magnética y una radiación este-oeste, perpendicular a la primera y de apariencia eléctrica... son radiaciones rectilíneas... no pueden ser debidas a influencias telúricas... cubren el planeta de una red que delimita zonas cuadradas... El Doctor Peyre está considerado mundialmente, como uno de los grandes precursores de la ciencia geobiológica.

El siguiente en emprender las investigaciones sobre esta red energética, fue el facultativo alemán, Dr. Ernst Hartmann.  El doctor Hartmann indagó durante muchos años sobre las influencias del medio ambiente en el hombre, principalmente de las energías provenientes del subsuelo de la corteza terrestre. Tras muchas investigaciones, llegó a la conclusión de que la salud de una persona depende del lugar que ésta habita y por supuesto trabaja, pero sobre todo del lugar donde duerme habitualmente...

Realizó investigaciones junto a un equipo de geofísicos y médicos, y tras numerosos experimentos, llegó a la conclusión que el planeta está recubierto por una red magnética ortogonal, responsable de generar una radiación que procedente del núcleo terrestre, se reestructura en forma de red o retícula de radiación global dividida en celdas bidimensionales, que orientadas de norte a sur y de este a oeste, envuelven la orografía de la tierra, proyectándose ambientalmente en forma de muros energéticos invisibles, localizables incluso a muchos kilómetros de altitud.

Estos muros se cierran formando espacios tridimensionales o cubos energéticos, siendo las superficies planas de estos polígonos volumétricos consideradas zonas energéticamente inestables, a evitar en toda prospección. Mi experiencia me ha demostrado que el 99 por ciento de los prospectores no saben captar o bien desconocen la existencia de estas energías. No obstante, en la práctica es bastante improbable que una persona se vea afectada por una de estas superficies fluctuantes, dado que constantemente oscilan a través de contracciones y dilataciones, a modo sístole y diástole o pulso geo-vital. La tierra es un ser vivo que late y palpita al unísono de los desideratos cósmicos, negarlo, es caer en el abismo geo-céntrico de la edad de piedra... *

* Exploraciones radiestésicas realizadas por Alejandro Mir i Flor.

El gran investigador y su maravilloso equipo se dedicaron durante años a medir la resistencia eléctrica de las personas en el lugar que ocupaban, y las posibles variaciones que todas ellas experimentaban cuando eran desplazadas a un LUGAR GEO-FÍSICAMENTE ESTABLE, o bien ubicadas sobre una zona de cruce de LAS LÍNEAS DE LA RED GLOBAL.

Estos experimentos demostraron que se producen cambios bruscos en la resistencia eléctrica de la piel de todas aquellas personas expuestas a zonas alterantes, reacciones que cesan al situarlas nuevamente en las denominadas zonas neutras. En honor y homenaje a los grandes esfuerzos de investigación realizados por el Dr. Hartmann, esta retícula se denomina actualmente red ortogonal Hartmann, o red H.

Aunque en la antigüedad ya era conocida por distintas sociedades gnósticas del conocimiento hermético y gremios de constructores de catedrales, siendo una red utilizada junto a las venas de agua subterráneas y la retícula diagonal Curry, para crear lugares de expansión espiritual, dónde el estado alterado de conciencia del practicante, permitiera que sus energías concentradas atravesaran las adormecidas lindes subliminales del oyente, impelidas por las radiaciones telúricas del sitio o lugar de poder... *

* Próximamente hablaremos de los lugares de poder y cómo construirlos...

Alejandro Mir i Flor

LA RETÍCULA ORTOGONAL O RED HARTMANN

Sus medidas son relativas, puesto que esta red magnética es tremendamente influenciable por cualquier masa metálica que la pueda desplazar centímetros, o bien metros de su lugar de origen. Igualmente la red global, esta influenciada por pensamientos y acciones relacionadas con la voluntad de las personas. Lo más importante es que se eviten las zonas de cruce entre las líneas norte-sur y este-oeste. La red global mide aproximadamente 2.10 metros x 1.90 metros, a ras del suelo y en terreno abierto. El ancho de sus líneas es de entre 19 a 23 centímetros. Estas proporciones son la “media radiestésica” para la península Ibérica en superficie. *

* La radiestesia bien utilizada, nos permite adentrarnos en los misterios de la madre naturaleza...

Las medidas dadas en los libros clásicos de geobiología son erróneas, pues son dimensiones estereotipadas que no reflejan en absoluto la ignota realidad de la red global... Dependiendo de la latitud de percepción, de la constantes electro-atmosféricas, geo-magnéticas, gravitacionales, etc., esta red puede ver muy seriamente modificada su estructura original, con pocos metros de diferencia de un lugar a otro, pudiendo retorcerse siguiendo la orografía rocosa del planeta tierra, hasta convertirse en algunos sitios en una malla totalmente deformada, que tenazmente se adaptará a los accidentes del terreno y a las circunstancias ferromagnéticas halladas en él...

A partir de la tercera o cuarta planta de un edificio de los nombrados modernos, esta retícula geomagnética se estrecha, pudiendo llegar en un doceavo piso a medir apenas 100 cm., entre sus lados, siempre dependiendo de los mallazos, encofrados y vigas o traviesas de hierro, que el propio edificio contenga desde su génesis constructiva.

Es obvio que en las casas antiguas de mampostería este problema no ocurre, por lo que desde un punto de vista biótico, a veces es mejor una humilde casita de dos plantas, que no un lujoso apartamento de 100 m2, ferro-magnéticamente blindado y "ubicado en la cima de la ciudad".

Alejandro Mir i Flor

LA RETÍCULA DIAGONAL O RED CURRY

El Doctor Manfred Curry y otros investigadores confirmaron las investigaciones del Dr. Hartmann, pero fue el Dr. Manfred Curry el que reconoció que otra red que transcurría transversal con respecto a la retícula H, pudiera ser aún más desvitalizante y peligrosa para el ser humano... Hablamos de la perjudicial red diagonal Curry. Esta red mide aproximadamente 3.50 metros x por 3.50 * metros, con un ancho de banda de entre 70 a 80 centímetros. Aunque estas medidas pueden variar un poco dependiendo del lugar de captación, pero sobre todo de la sensibilidad del prospector. A MAYOR SENSIBILIDAD, MAYOR VERDAD.

* Véase el libro-novedad RADIESTESIA DEL BUEN SITIO de la maestra Käthe Bachler y del radiestesista Alejandro Mir Flor.

La red diagonal Curry es una retícula cosmo-magnética cargada eléctricamente. Estas líneas se encuentran en diagonal con respecto a los polos magnéticos terrestres, siendo re-descubiertas e investigadas por los Doctores Manfred Curry y Wittmann.

De los laboriosos estudios realizados por el Doctor Manfred Curry, se entiende que los cruces cargados positivamente pueden generar una transformación en la polaridad del bioplasma celular; mientras que los cruces cargados negativamente, originan graves inflamaciones... En ambos casos, la solución siempre es localizar un BUEN SITIO, exento de todas estas zonas de interferencia energética.

Existe un considerable desacuerdo entre algunos expertos no adecuadamente capacitados para encontrar la red Curry, con respecto a las dimensiones de la red diagonal. Algunos perseveran que esta red únicamente se encuentra entre los 8 x 9 metros, otros no obstante, afirman que sus dimensiones son de 5 x 6 metros. En cuanto al ancho de bandas, unos dicen que tienen 40 centímetros, mientras otros dan la cifra totalmente descabellada de 10 centímetros...

Es indiscutible, que algunos aparte de no estar adecuadamente preparados para trabajar con un péndulo entre las manos, no han leído, ni comprendido la obra del Dr. Curry, ni las extensas investigaciones de la excelente radiestesista Austriaca y experta mundial en geobiología , Käthe Bachler. *

Alejandro Mir i Flor

* KÄTHE BACHLER y el radiestesista experto en la red diagonal Curry, Alejandro Mir Flor, han escrito el libro titulado “Radiestesia del Buen Sitio”, editado en diciembre de 2005. En él se muestra de forma sencilla y didáctica, la técnica de prospección radiestésica denominada, "La localización directa de los buenos sitios".  El libro contiene una conferencia inédita de Käthe Bachler. Para recibir más información sobre el libro y el modo de conseguirlo, escribid un e-mail a una de las siguientes direcciones de correo electrónico.

¿SOMOS SENSIBLES A LAS RADIACIONES?

Cada persona tiene una diferente sensibilidad pico-física y reacciona de distinta forma a todos los posibles efectos biológicos generados por una misma geopatía o zona de interferencia, siempre en mayor o menor medida, según sea el tiempo de exposición a la misma, su intensidad telúrica y la calidad de la salud de la persona investigada, entre otros aspectos que estudiaremos más adelante. Las primeras zonas que deben ser estudiadas cuando se prospecta una vivienda, son aquellas en las cuales las personas pasan la mayor parte de su tiempo, como suelen ser los lugares de descanso y trabajo. Nuestra cama siempre debe estar ubicada en un BUEN SITIO.

Entre las 2 y las 4 de la madrugada hora solar, se manifiestan los máximos de radiación telúrica, siendo durante el sueño cuando nuestro organismo es mucho más vulnerable a las zonas de interferencia y a sus perniciosos efectos biológicos...

Las investigaciones llevadas a termino con personas enfermas, han constatado que muchas veces la mejoría en el paciente llega cuando sus camas han sido desplazadas del lugar que ocupaban, o bien cambiadas de habitación. Las radiaciones telúricas causantes de dichas perturbaciones, siempre han sido las retículas magnéticas, sobre todo la PELIGROSÍSIMA red diagonal Curry, las fallas, las venas de agua subterránea y demás factores geofísicos del subsuelo, sin contar claro está, con las radiaciones electromagnéticas emitidas por la telefonía móvil, transformadores, torres eléctricas, catenarias, raíles, electrodomésticos e instalaciones de la propia vivienda.

Alejandro Mir i Flor

LAS BIOFRECUENCIAS SCHUMANN

Las ondas de Schumann son unas ondas electromagnéticas beneficiosas que oscilan entre la tierra y las capas altas de la atmósfera. Fueron identificadas en 1952 por profesor W. O. Schumann, científico alemán. Éste descubrió que estas ondas tienen una frecuencia similar a la de las ondas cerebrales y siguen un patrón periódico similar. Su frecuencia vibratoria es de 7.8 Hertzios, parecida a la frecuencia cerebral alfa: De 7 a 14 ciclos por segundo.

Estas BUENAS ONDAS nos ayudan a regular el reloj interno del sistema psico-físico. Cualquier modificación de estas frecuencias biológicas afecta a los patrones del sueño, a los ciclos circadianos y a las secreciones hormonales, pudiendo incluso alterar los estados de conducta social...

Algunos edificios modernos completamente blindados y repletos de vigas de hierro, se convierten en terribles cajas de Faraday, no permitiendo que las bio-frecuencias terrestres o pulso GEO-VITAL, puedan acceder al interior de nuestro hogar.

Los teléfonos móviles o celulares y los inalámbricos DECT, en ese aspecto son muy perjudiciales, pues modifican la polaridad de nuestras células, bombardeándolas constantemente con cantidad de radiaciones digitales pulsantes, conocidas como micro-ondas o radio-frecuencias...

Estas emisiones alteran los ciclos vigilia-sueño, afectan al sistema endocrino y perturban la bio-electricidad de nuestras células, llegando incluso a destruir parte de la información del sistema inmunológico. Si usted, usa el móvil y percibe que tiene pequeñas lagunas de memoria, se vuelve despistado y se desorienta con facilidad, si aparca su coche en la ciudad y no es capaz de encontrarlo, si le cuesta dormirse, si nota una presión o calor en la oreja minutos después de dejar el móvil, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que usted recibe excesivas emisiones de radio-frecuencias y micro-ondas...

Somos seres biológicos interconectados a un holograma Interdimensional, unidos por millones de circuitos electromagnéticos neuronales, cualquier modificación artificial en nuestras frecuencias cerebrales, pude tener consecuencias desconocidas para nuestro organismo. EL SENTIDO DE PRECAUCIÓN y el respeto por la vida, nos deben hacer reflexionar sobre el uso y abuso de lo que denominamos modernidad tecnológica...

Alejandro Mir i Flor

LA POSITIVIDAD EN LAS PROSPECCIONES TELÚRICAS


ESTE PLANO NOS APORTA MUCHA POSITIVAD

 GEOBIOLOGÍA POSITIVA

ESTE PLANO NOS APORTA NEGATIVIDAD

 GEOBIOLOGÍA NEGATIVA

Estos 2 dibujos muestran dos formas bien distintas de realizar una prospección geobiológica. Las diferencias son muy evidentes a simple vista, y en apariencia los resultados deberían ser iguales, aunque obtenidos mediante métodos radiestésicos (biofísicos) radicalmente opuestos; lo que nos permite discernir sobre las GRANDES VENTAJAS de la Localización DIRECTA del BUEN SITIO y las muchas limitaciones de la GEOBIOLOGÍA CONVENCIONAL...

Radiestesia del Buen Sitio es un método-técnica basado en la aplicación práctica y coherente, de unos POSTULADOS RADIESTÉSICOS más solidarios, más avanzados y más efectivos que la geobiología convencional... La Radiestesia del BUEN SITIO representa un inconmensurable ahorro de energías psico-vitales para el prospector telúrico, y unos dictámenes, soluciones e INFORMES GEOBIOLÓGICOS, mucho más Positivos para las personas prospectadas.

El dibujo que hemos orlado en color verde, corresponde a una prospección telúrica realizada con el método del BUEN SITIO, es una prospección diáfana, limpia y muy transparente; por lo cual las denominamos Prospecciones Positivas, o sea, GEOBIOLOGÍA POSITIVA, porque lo que prima es la localización de los Buenos Sitios... no de los malos sitios, ni de las malas energías...

Por contra, el dibujo que hemos orlado en color rosáceo, corresponde a una prospección telúrica estándar o convencional, en la cual, lo que prima siempre es la localización de los malos sitios y de las MALAS ENERGÍAS, o sea, de las redes magnéticas y de todo el telurismo subyacente en el terreno o en la vivienda...

Con la PRÁCTICA RADIESTÉSICA DE LA GEOBIOLOGÍA CONVENCIONAL, el prospector pretende encontrar los buenos sitios, localizando para ello todas las Energías NEGATIVAS del hábitat, y así por el método selectivo de eliminación, a través de su localización física, encontrar las zonas neutras o lugares más idóneos para el descanso familiar. *

* Hemos dibujado también en el plano geobiológico Negativo, los BUENOS SITIOS en color verde, a modo de referencia orientativa, para poder demostrar que no necesitamos marcar todo el telurismo de una vivienda, para encontrar los lugares adecuados para descansar...

El prospector o experto en geobiología que realiza una praxis geobiológica convencional, agotado por la negatividad que debe absorber y somatizar a través de la práctica de la radiestesia física, localizando durante horas y horas, las energías nocivas de una vivienda o de un terreno, acabará por cometer infinidad de errores por extenuación psicofísica, con lo cual, podemos afirmar que la prospección telúrica por él realizada, adolecerá de la mínima fiabilidad radiestésica necesaria... circunstancia que hemos podido constatar, en la gran mayoría de prospecciones telúricas que a lo largo de los años hemos investigado, donde anteriormente habían estado algunos compañeros de gremio, teóricamente expertos en radiestesia geobiológica...

Es por ello, que a estas prospecciones telúricas o estudios geobiológicos, basados en la práctica de una radiestesia meramente física o psicosomática, los denominamos: Geobiología Negativa.

Las personas prospectadas, sobre todo aquellas que tienen problemas de salud, lo que necesitan son BUENOS SITIOS, POSITIVIDAD, no negatividad, o zonas nocivas; necesitan OPTIMISMO, no pesimismo. A todas luces, RADIESTESIA DEL BUEN SITIO, ES UNA GEOBIOLOGÍA: ¡MÁS POSITIVA.

 LA IRRADIACIÓN TELÚRICA SE MANIFIESTA COMO UNA PARRILLA RECTANGULAR EN LA NATURALEZA, MANIFESTESANDOSE EN EL DESARROLLO DE LOS ÁRBOLES

GEOPATÍAS

Derivada de los vocablos  GEO (Tierra) y PATHOS (enfermedad, sufrimiento) la palabra geopatía se utiliza para denominar aquellos lugares,  en los que tras  largas permanencias sobre los mismos, pueden contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad e incluso a ser la causa directa de la misma.

LAS ZONAS GEOPATOLÓGICAS  son lugares donde la emisión de las radiaciones electromagnéticas que emanan de la Tierra pueden afectar a la salud física o psíquica de las personas. También afectan a los animales y plantas. Por el contrario proporciona vitalidad a gran parte de los insectos (puede que a todos, ya que su nivel vibracional es mas bajo que el de personas, animales y plantas).  Todos los hormigueros, al menos los que yo he comprobado, están situados sobre una geopatía, y el primer tramo de la senda que trazan las hormigas suele seguir una línea de las redes Hartman o Curry. Las abejas en libertad hacen sus colmenas sobre una geopatía. Los apicultores que sitúan sus colmenas sobre el cruce de una red telúrica consiguen un notable incremento en la producción de miel de sus colmenas, además de aumentar la población de las mismas con abejas de otras colmenas que llegan hasta allí siguiendo una de sus líneas; esto les da vitalidad y en sus salidas efectúan recorridos más largos, lo cual incrementa la recolección de polen.

El nivel vibracional óptimo en las distintas especies, quedaría de la siguiente manera:

- las bacterias entre 3000 y 4000 UB,

- los insectos vibran entre 3500 y 4500 UB,

- los reptiles entre 4500 y 6500 UB,

- los peces entre 6000 y 7200 UB

- las aves entre 6500 y 7800 UB,

- los mamíferos entre 6000 y 8000 UB,

- las plantas entre 7000 y 7500 UB,

- los árboles entre 7000 y 7800 UB, y

- los humanos entre 7000 y 8500 UB.

El cuerpo humano encuentra su estado óptimo de salud entre 7000 y 8500 UB. Se considera nociva para la salud toda radiación que esté por debajo de las 6000 UB.

Las radiaciones que podemos encontrar en un punto geopático pertenecen todas al espectro no visible de la luz: rayos cósmicos, rayos gamma, rayos X, rayos infrarrojos, rayos ultravioletas y partículas alfa y beta. Estas radiaciones crean en su vertical una gran cantidad de iones positivos, que descompensan aún más el equilibrio iónico del aire que respiramos.

Hay que tener en cuenta que estas radiaciones, tanto en cantidad como en composición, varían según EL TIPO DE GEOPATÍA. Son cantidades muy pequeñas, casi indetectables, pero suficientes como para alterar nuestra salud si permanecemos mucho tiempo sobre ellas. Afectan principalmente al sistema nervioso, endocrino y hormonal. La célula actúa como un circuito electrónico resonante que se ve afectado por las frecuencias electromagnéticas naturales y artificiales. El ambiente con ionización altamente positiva que producen las radiaciones electromagnéticas favorecen la aparición de radicales libres que dañan la membrana celular.

En mi opinión, el terreno ideal debe tener una calidad biótica de 8500 UB, es decir, ésta es la medición que deberíamos encontrar en las zonas LIBRES DE GEOPATÍAS. Esto no siempre es posible. Se suelen encontrar estas calidades bióticas del terreno, principalmente, en lugares arbolados y en estribaciones de las montañas. Si el lugar donde vivimos no sobrepasa las 7000 UB no es razón para preocuparse, simplemente es mejorable.

Aquí hay un apunte muy importante que hacer. Hay lugares donde se registran más de 9500 UB, que son alteraciones telúricas beneficiosas para la salud, aunque no recomiendo una permanencia prolongada sobre los mismos.

La radiación más baja que he prospectado físicamente hasta el momento es de 1500 UB. Nunca pensé que UNA CHIMENEA COSMOTELÚRICA se podría dar sobre otra GEOPATÍA, y aunque no es frecuente, se da. La que yo he encontrado en una localidad de los alrededores de Madrid es una chimenea sobre cruce Curry y vena de agua. La chimenea tiene un brazo de unos 2 m., orientado al Norte. Está situada en el interior, junto a la entrada de una parcela urbana sin construir.


Además he localizado dos PUNTOS GEOPÁTICOS de 1800 UB. En ambos casos se trata de un Punto Estrella superpuesto a una vena de agua subterránea, con el agravante de que el cruce Hartmann es de 4º orden. Por suerte ambos están situados en la calle y no en una vivienda.

LA GEOPATÍA más grave que podríamos localizar sería la superposición de una vena de agua subterránea, una CHIMENEA COSMOTELÚRICA Y UN PUNTO ESTRELLA en el cual las líneas Hartmann fuesen de 4º orden. Creo que un nombre correcto para esta GEOPATÍA podría ser “PUNTO LETAL”. Su lectura rondaría las 100 UB. Ignoro si este caso se da en algún lugar del mundo. Hay quien afirma que existen registros por debajo de 0 UB; con todos mis respetos, no considero válida esa información.

Analicemos con lógica los datos disponibles. El cuerpo humano vibra entre 7000 y 8500 UB, y las bacterias entre 3000 y 4000 UB. El lugar donde más tiempo pasamos es en la cama. Imaginemos que en este punto la calidad biótica es de 8000 UB. Nuestras defensas se encontrarán en un nivel óptimo; por el contrario a las bacterias que constantemente nos asedian estarán más pasivas. Por el contrario, si dormimos sobre una GEOPATÍA de 5000 UB, el proceso actúa a la inversa.

Un fumador empedernido puede contraer un cáncer de pulmón por el deterioro que el humo hará en sus pulmones; pero si duerme en el sitio correcto sin GEOPATÍAS, sus defensas evitarán en lo posible que sus células se vuelvan cancerígenas, y por tanto no desarrollará la enfermedad o tardará más tiempo en hacerlo. Si por el contrario duerme sobre una GEOPATÍA, el proceso evolutivo de su enfermedad se acelerará. Todas las enfermedades, incluso un resfriado o una gripe, las solemos coger cuando tenemos bajas las defensas, y el dormir sobre una GEOPATÍA hace que nuestro sistema inmunitario se debilite.

Todos nacemos con una alta SENSIBILIDAD RADIESTÉSICA, la perdemos en los primeros meses o años de vida. ¿A alguien le resulta familiar encontrarse a su bebé encogido en su cuna o durmiendo cabeza abajo? Es muy probable que esté sobre una GEOPATÍA y huya de ella. Al final se acabará acostumbrado y dormirá sobre ella sin alterarse, igual que los mayores.

Si usted ha sido una persona sana y unos años después de cambiar de domicilio está siempre con problemas de salud, piense que probablemente esté sobre una GEOPATÍA. Según la importancia de la misma tardará, más o menos tiempo en afectar a su organismo. Un Punto Estrella, una chimenea telúrica, o una línea Hartmann de 2º, 3er o 4º orden podrían hacer contraer una enfermedad grave en un periodo de 10 a 15 años como máximo, y una enfermedad degenerativa en unos años más. Hay que tener en cuenta que también intervienen otros factores: genéticos, víricos, contaminantes, intoxicantes, traumáticos, etc., que contribuyen al hecho de que a todas las personas una misma GEOPATÍA no afecte de igual manera.

Un detalle curioso apreciado en mis investigaciones. Una persona que duerme sobre una GEOPATÍA se acostumbra a la misma, y cuando no está sobre ella desarrolla una especie de "mono" que hace que inconscientemente la busque. Intentaré ser más claro. A una persona afectada por una GEOPATÍA que le ofrezcamos elegir un lugar para sentarse en una mesa, elegirá sin ser consciente de ello, en un porcentaje muy alto, una silla situada en la vertical de una GEOPATÍA.

Mi teoría es que una GEOPATÍA importante tiene que ver directa o indirectamente con al menos el 80% de los casos de cáncer que se dan en España.

No debemos pensar que estas redes telúricas se encuentran en la naturaleza para dificultarnos la existencia. Posiblemente sin ellas no habría insectos, y puede que sin insectos no hubiese vida. Horadamos montañas, desviamos cauces, realizamos infinidad de vertidos, desforestamos bosques enteros, construimos en torrenteras, destruimos la capa de ozono, etc.; simplemente debemos ser respetuosos con la naturaleza, y no intentar adueñarnos de todo. Hay lugares que no han sido creados para nuestro uso y el saltarnos todas las normas lógicas puede costarnos la salud y a veces la vida.

EPIFANIO ALCAÑIZ
Investigador de las energías telúricas