Tu Visita Cuenta. MUCHAS GRACIAS!!!

sábado, 15 de octubre de 2011

MEDICINA BIOLÓGICA Dr. Germán Duque Mejía: LAS NEURONAS ESPEJO

ELLAS NOS AYUDAN A COMPRENDER LAS INTENCIONES DE LOS OTROS

 DESCUBREN CÓMO LA RED NEURAL REFLEJA EL MUNDO, LA AUTOIMAGEN Y LA MENTE DE LOS DEMÁS

LA NEUROCIENCIA ofrece un conocimiento de los PROCESOS NEURALES que producen la actividad psíquica que “soporta” el comportamiento, no sólo animal sino también humano. La idea filosófica del hombre, y por tanto también la humanista y religiosa, no puede hoy ignorar la idea neural del hombre. Sin embargo, la imagen de la neurología clásica recibe hoy una nueva luz tras el descubrimiento de las “NEURONAS ESPEJO”, que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una TEORÍA DE LA MENTE y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Las NEURONAS ESPEJO aportan nueva luz para entender cómo la RED NEURONAL “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social. Las “NEURONAS ESPEJO” se abordan en este artículo con motivo de la sesión del seminario de la Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que el profesor Emilio García hablará de las REDES NEURALES Y LA MODULARIDAD DE LA MENTE. Por Lydia Feito.

LA ACTIVIDAD PSÍQUICA es el fundamento que permite la realización del hombre como persona. Las sensaciones y percepciones, la conciencia, el conocimiento, la memoria, las emociones, el lenguaje, la autoimagen y nuestra condición de sujetos psíquicos, el pensamiento, los planes de acción y el sentido de la vida, la identidad personal y social, todo lo que somos como personas, nuestra vida y comportamiento, DEPENDEN DE LAS REDES NEURALES: del SISTEMA DE LOS SENTIDOS Y DE LOS DIFERENTES MÓDULOS CEREBRALES, DEL CEREBRO ANTIGUO Y MODERNO, QUE ACTUANDO COMO SISTEMA INTEGRADO, HOLÍSTICO, PRODUCEN TODAS LAS FUNCIONES PSÍQUICAS.

Hoy en día el descubrimiento de las llamadas “NEURONAS ESPEJO” constituye un factor importante que permitirá aportar nueva luz para entender cómo la RED NEURONAL “REFLEJA” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social.

INVESTIGACIÓN EN ALZA

La investigación sobre los CORRELATOS NEURALES DE LAS CONDUCTAS Y DE LAS EMOCIONES es un campo de investigación en alza, que se acerca también al campo de la neurociencia cognitiva social. De hecho, R. Adolphs considera que la neurociencia ofrece una vía de conciliación entre las aproximaciones biológicas y psicológicas al comportamiento social. LA COGNICIÓN SOCIAL, desde esta perspectiva neurocientífica, se define como la capacidad para construir representaciones de las relaciones entre uno mismo y los otros, y para usar estas representaciones de modo flexible para guiar el COMPORTAMIENTO SOCIAL.

Apunta no sólo a los elementos “racionales” sino también, y de modo creciente, a las emociones, a las formas de percepción de las normas sociales –por ejemplo, se estudia la capacidad de reconocimiento de expresiones faciales—, también estudia LA TEORÍA DE LA MENTE (mentalización) como clave de la interacción social. La teoría de la mente (ToM, theory of mind) o “mentalización” se refiere a los correlatos neurales de la capacidad de explicar y predecir el comportamiento de otras personas, atribuyéndoles estados mentales independientes.

LOS ESTUDIOS DE NEUROIMAGEN han ido mostrando la existencia de un sistema neural distribuido que subyace a ToM. Dicho sistema implica varias áreas cerebrales: principalmente el surco temporal superior –que sería responsable de la detección del agente que actúa y de LOS ESTÍMULOS PROVENIENTES DEL MOVIMIENTO BIOLÓGICO DE OTRA PERSONA—, los polos temporales –que están asociados con procesos mnemónicos, aportando un contexto semántico y episódico a los estímulos que se están procesando— y la corteza prefrontal medial –que analiza los estímulos y produce una representación de los estados mentales propios y ajenos—. De modo menos importante también parecen estar implicadas la amígdala y la corteza órbitofrontal.

No obstante, las investigaciones relacionadas con las llamadas NEURONAS ESPEJO (MNS, mirror neuron system) van aportando, día a día, nuevos datos que obligan a revisar y ampliar estas descripciones. Las neuronas espejo son un tipo especial de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción y también cuando observa una acción similar llevada a cabo por otro individuo.

PROYECCIÓN FILOSÓFICA DE LA NEUROCIENCIA

Todas estas investigaciones neurocientíficas dan lugar a otro frente de reflexión de enorme importancia por sus implicaciones filosóficas: cómo se alteran conceptos tales como la voluntad, la libertad o la identidad, al encontrar los SUSTRATOS NEURALES DE NUESTRAS CONDUCTAS E INCLUSO DE NUESTROS PENSAMIENTOS.

Esta cuestión remite a la clásica discusión sobre MENTE-CEREBRO, si bien con un planteamiento basado en las NEUROCIENCIAS, que aporta una luz novedosa y que nos obliga a matizar muchas afirmaciones hechas en el pasado. El riesgo de un cierto determinismo reduccionista en la explicación del ser humano, por un excesivo apego a los datos científicos, está en la mente de muchos.

Será necesario, y cada vez más, analizar las implicaciones que tiene el hecho de que la neuroimagen, más que cualquier otra técnica de INVESTIGACIÓN CEREBRAL, indique, como afirma M.J. Farah, que «importantes aspectos de nuestra individualidad, incluyendo algunos de los rasgos psicológicos que nos importan a la mayoría como personas, tienen correlatos físicos en la función cerebral.»

Esto tiene que ver, por ejemplo, con la investigación sobre los CORRELATOS NEURALES DE LA CONCIENCIA, o con la más polémica relación entre experiencia religiosa y cerebro, establecida a partir de los estudios con pacientes que padecían epilepsia del lóbulo temporal, y que en ocasiones mostraban intensos sentimientos religiosos durante las crisis.

LAS NEURONAS ESPEJO

G. RIZZOLATTI.

SOMOS CRIATURAS SOCIALES. Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás. Las neuronas espejo nos permiten entender la mente de los demás, no sólo a través de un razonamiento conceptual sino mediante la simulación directa. Sintiendo, no pensando.

Hasta hace poco tiempo, la atribución de significado a las acciones observadas en otros individuos se explicaba a partir de complejos mecanismos relacionados con la memoria, las experiencias previas y los procesos de razonamiento. Sin embargo, con el descubrimiento de las denominadas “NEURONAS ESPEJO”, es posible explicar de un modo más sencillo esa situación tan habitual para todos de comprender inmediatamente lo que otro individuo está haciendo. Entender las acciones y las intenciones es una tarea que, aunque en ocasiones requiera de procesos más elaborados, se realiza de modo más directo y simple por medio de las NEURONAS ESPEJO.

Estas neuronas fueron descubiertas por el equipo de G. Rizzolatti en la década de los años noventa del siglo XX. Observaron cómo ciertas neuronas del cerebro del mono (macaco) se activaban no sólo cuando el individuo realizaba acciones motoras dirigidas a una meta, sino, sorprendentemente, también cuando dicho individuo meramente observaba cómo alguien (otro mono, o un humano) realizaba la misma acción. En la medida en que ESTE CONJUNTO DE CÉLULAS PARECÍA “REFLEJAR” LAS ACCIONES DE OTRO EN EL CEREBRO DEL OBSERVADOR, RECIBIERON EL NOMBRE DE NEURONAS ESPEJO.

Este descubrimiento que, como en tantas ocasiones en la historia de la ciencia, fue por azar, se ratificó posteriormente con experimentos específicamente diseñados para observar si las NEURONAS ESPEJO se activaban ante la observación de acciones (y no sólo durante su ejecución), y si estaban implicadas en la comprensión de las acciones (activándose cuando el mono no podía ver la acción realmente, pero tenía suficientes datos para producir una representación mental de la misma, es decir, cuando podía imaginarla).


NEURONAS ESPEJO EN EL CEREBRO HUMANO

La confirmación de esta actividad de las neuronas espejo llevó a preguntarse si este mismo sistema existía también en los seres humanos, lo cual se ha demostrado a partir de numerosos experimentos en los que han sido de incalculable ayuda las técnicas de neuroimagen.

Los conjuntos de NEURONAS ESPEJO parecen codificar plantillas para acciones específicas, lo cual permite a un individuo no sólo llevar a cabo acciones motoras sin pensar en ellas, sino también comprender las acciones observadas, sin necesidad de razonamiento alguno.

Dicho de modo más sencillo: si hasta ahora considerábamos que el movimiento, por ejemplo de una mano, era el resultado de un proceso mental en el que, analizadas por el cerebro las percepciones y datos sensoriales, se emitía una respuesta adecuada (que, en el caso de acciones intencionales complejas, requeriría de unas capacidades cognitivas realizadas por regiones especializadas para ello), y que la zona motora del cerebro era la encargada de ejecutar dicha respuesta en forma de movimiento, ahora parece ser que el sistema motor es mucho más complejo, y puede ser EL SUSTRATO NEURAL DE PROCESOS ATRIBUIDOS AL SISTEMA COGNITIVO.

Esto tiene dos importantes consecuencias: por una parte, obliga a revisar lo que hasta este momento se ha venido afirmando respecto a las regiones motoras del cerebro (el sistema motor no puede ser ya concebido como un mero “ejecutor pasivo” de órdenes emitidas por otra región cerebral, parece tratarse más bien de un complejo entramado de zonas corticales diferenciadas, capaces de realizar las funciones sensoriomotoras que parecerían propias de un sistema cognitivo superior) y por otro lado, supone un importante reto para nuestras convicciones filosóficas acerca de la importancia de la comprensión consciente de los actos humanos.

La importancia de estos descubrimientos es de tal categoría que un prestigioso investigador como V.S. Ramachandran no tiene ningún reparo en afirmar que «las neuronas espejo harán por la psicología lo que el ADN hizo por la biología: proporcionarán un marco unificador y ayudarán a explicar una multitud de capacidades mentales que hasta ahora han permanecido misteriosas e inaccesibles a los experimentos». Y, por cierto, el mismo autor afirma que no se ha divulgado suficientemente este enorme salto científico, y que esta frase suya tan llamativa sobre la relevancia de las neuronas espejo ¡es más famosa que el descubrimiento de Rizzolatti y otros investigadores!

COMPRENDER A LOS OTROS

Las investigaciones de G. Rizzolatti, V. Gallasse, M. Iacoboni, L.M. Oberman, V.S. Ramachandran y otros muchos permiten afirmar que existe un vínculo entre la organización motora de las acciones intencionales y la capacidad de comprender las intenciones de otros. Esto supone la disolución de la barrera entre uno mismo y los otros, y es fácil comprender la ventaja que implica desde el punto de vista de la supervivencia. La comprensión de las intenciones y las emociones de otros es esencial para la VIDA SOCIAL Y EL FUNDAMENTO DE LOS COMPORTAMIENTOS MORALES.

Ramachandran llama a las neuronas espejo “NEURONAS DE LA EMPATÍA” por ser las implicadas en la comprensión de las emociones de los otros. De algún modo, si la observación de una acción llevada a cabo por otro individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la misma acción, estaríamos ante una suerte de “LECTURA DE LA MENTE”.

LAS NEURONAS ESPEJO del observador actúan como un sistema que permite la comprensión de las acciones y por tanto la empatía, la imitación, y la teoría de la mente. Incluso se ha sugerido que el sistema de NEURONAS ESPEJO sería el mecanismo neural básico para el desarrollo del lenguaje. Rasgos todos ellos de capacidades relevantes para la hominización, desde un punto de vista evolutivo.

Un elemento esencial de todas estas hipótesis radica en la introducción de la intención en la comprensión de la acción. Los primeros estudios planteaban la función de las NEURONAS ESPEJO para entender la acción (el “qué” de la acción), sin embargo, lo más interesante está en la comprensión de la intención de dicha acción (el “por qué”) sin la cual no sería más que un mero reflejo, como el nombre venía a indicar (neuronas espejo).

Determinar por qué se ejecuta una acción es básico para su comprensión real, y tiene que ver con detectar la meta u objetivo de dicha acción. Para estudiar este tipo de cuestiones se han llevado a cabo estudios con resonancia magnética funcional, analizando las respuestas de los observadores a acciones con y sin contexto que les diera sentido.

MECANISMO DE SIMULACIÓN INCORPORADO

Los resultados muestran la activación de ciertos grupos de neuronas sólo cuando los actos motores se incrustan en acciones que tienden a una meta. V. Gallese habla de un “MECANISMO DE SIMULACIÓN INCORPORADO” cuya activación da lugar a la adscripción de intenciones, proceso que se daría siempre por defecto. La predicción de la acción y la adscripción de intenciones serían así fenómenos relacionados, con un mismo mecanismo funcional (la simulación incorporada).

Cada investigador utiliza terminología diferente, lo cual complica un tanto la comprensión de estos estudios. Sin embargo, hay un acuerdo bastante generalizado acerca de que la comprensión de las acciones humanas tiene que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es decir, que el observador represente los estados internos de otros individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite percibirlos como semejantes, una “MULTIPLICIDAD COMPARTIDA DE INTERSUBJETIVIDAD” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.

LA ATRIBUCIÓN DE PENSAMIENTOS E INTENCIONES A OTROS, lo que se denomina teoría de la mente, ha sido objeto de estudio conforme a dos hipótesis en pugna:

(1) LA TEORÍA-TEORÍA, que, apoyándose en estudios de comportamiento, propone que los individuos desarrollan una ToM en los primeros años de vida probando reglas dadas relativas a las funciones de los objetos y organismos con los que interactúan, y generando cognitivamente una teoría acerca de lo que los otros piensan.

(2) Y LA TEORÍA DE LA SIMULACIÓN que, como se ha señalado, propone que la ToM es un desarrollo de la capacidad de interpretar las acciones de otros a través de la simulación (o representación). Esta segunda hipótesis parece más sólida, en la medida en que los estudios van mostrando que las neuronas espejo están implicadas en esta comprensión de las intenciones, en la imitación, en la empatía, y, por tanto, son la clave del comportamiento social de los individuos.


AUTISMO Y NEURONAS ESPEJO

Buena parte de las investigaciones afirman, en la misma línea, que una deficiencia en ToM y en la capacidad de empatía sería la explicación más plausible para el autismo. Hace tiempo que se sabe que existe un componente del electroencefalograma (EEG), la onda mu, que se bloquea cuando una persona hace un movimiento muscular voluntario.

Este componente también se bloquea cuando una persona ve a alguien realizar la misma acción, lo cual ha dado lugar a que Ramachandran y Altschuler sugieran que la supresión de la onda mu serviría para disponer de una prueba sencilla y no invasiva para monitorizar la actividad de las neuronas espejo. En los niños con autismo se observa que la supresión de la onda mu sí se produce cuando realizan un movimiento voluntario, pero no cuando observan a alguien realizar la acción, de lo cual se deduce que el sistema motor está intacto, pero no así el sistema de neuronas espejo.

Estos hallazgos se han comprobado también con otras técnicas como la magnetoencefalografía, la resonancia magnética funcional o la estimulación magnética transcraneal. En todos los casos se muestra que en el autismo existe una disfunción de las neuronas espejo. Esto explicaría la mayoría de los síntomas del trastorno autista: falta de habilidades sociales, ausencia de empatía, déficits de lenguaje, imitación pobre, dificultad para comprender las metáforas, etc.

Todo esto nos hace pensar que las neuronas espejo son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Como indicaba V.S. Ramachandran, las neuronas espejo suponen la disolución de la barrera entre yo y los otros. LA CAPACIDAD DE ADOPTAR EL PUNTO DE VISTA DE OTRO SUPONE, ENTRE OTRAS COSAS, LA POSIBILIDAD DE UNA IMITACIÓN INTENCIONAL Y, POR TANTO, DE UN APRENDIZAJE BASADO EN LA IMITACIÓN.

Este elemento tiene importantes consecuencias desde el punto de vista evolutivo, lo cual, además, según este autor, permite afirmar que el sistema de las neuronas espejo marca un antes y un después en el debate entre naturaleza y cultura.

La naturaleza humana depende de modo crucial de la CAPACIDAD DE APRENDIZAJE FACILITADA, al menos parcialmente, por este sistema. Gracias a él el cerebro humano se especializó para la cultura y se convirtió en el órgano por excelencia de la diversidad cultural. O, lo que es lo mismo, es lo que nos permite ser esencialmente humanos.

Incluso el rasgo que constituye la QUINTAESENCIA DE LO HUMANO, nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas espejo; (…) Esto explicaría por qué cualquier mono podría alcanzar el cacahuete, PERO SÓLO UN HUMANO, CON UN SISTEMA DE NEURONAS ESPEJO ADECUADAMENTE DESARROLLADO, PUEDE ALCANZAR LAS ESTRELLAS.

V.S. Ramachandran


sábado, 8 de octubre de 2011

MEDICINA BIOLÓGICA Dr. Germán Duque Mejía: BARUCH SPINOZA


RETRATO DE BARUCH DE SPINOZA, CERCA DE 1665

BARUCH DE SPINOZA (también escrito Baruj de Spinoza) (Hebreo: ברוך שפינוזה, Latín: Benedictus de Spinoza, Portugués: Bento de Espinosa), (Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21 de febrero de 1677) fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo, CONSIDERADO UNO DE LOS TRES GRANDES RACIONALISTAS DE LA FILOSOFÍA DEL SIGLO XVII, JUNTO CON EL FRANCÉS RENÉ DESCARTES Y EL ALEMÁN GOTTFRIED LEIBNIZ.

BIOGRAFÍA

Nació en Ámsterdam, Países Bajos, en 1632, procedente de una familia de judíos sefardíes emigrantes de la península Ibérica, que huía de la persecución en Portugal. Se dice que su familia procedía de España, más en concreto de Vidiferre (Orense), de donde habría huido en el siglo XV a Portugal; sin muchas pruebas, hay quien sostiene que era originaria de Espinosa de los Monteros (Burgos), lo que explicaría su apellido "Espinosa". SE EDUCÓ EN LA COMUNIDAD JUDÍA DE ÁMSTERDAM, DONDE SE CONSERVABA UNA CONSIDERABLE TOLERANCIA RELIGIOSA, PESE A LA INFLUENCIA DE LOS CLÉRIGOS CALVINISTAS. Contrajo una tuberculosis que poco a poco minaría su salud, hasta ocasionarle una muerte temprana.

A pesar de haber recibido una educación ligada a la ortodoxia judía, por ejemplo, con la asistencia a las lecciones de Saúl Levi Morteira, el joven Spinoza mostró una actitud bastante crítica frente a estas enseñanzas y amplió SUS ESTUDIOS POR SU CUENTA EN MATEMÁTICAS Y FILOSOFÍA CARTESIANA, dirigido por Franciscus van den Enden. Leyó también a Thomas Hobbes, Lucrecio y Giordano Bruno; estas lecturas lo fueron alejando de la ortodoxia judaica. A esto se le pueden sumar las influencias del grupo de los collegianten o colegiantes (cristianos liberales protestantes neerlandeses), así como de heterodoxias judías hispano-portuguesas, estas últimas encarnadas principalmente en las figuras de Juan de Prado y Uriel da Costa.

Muerto su padre, en 1654, Spinoza no tenía ya que mantener oculto su descreimiento por respeto a la figura paterna. El 27 de julio de 1656 fue expulsado de la comunidad judía (así como excomulgado y desterrado de la ciudad), a la sazón dividida en dos grupos:

Sefardíes: judíos expulsados de la península Ibérica y grupo al cual Spinoza pertenecía. Era un grupo parcialmente influido por LA TRADICIÓN HUMANISTA.

ASKENAZÍES: JUDÍOS PROCEDENTES DE EUROPA CENTRAL que al sufrir fuertes persecuciones durante la Edad Media emigraron en masa hacia el este, pero también a los Países Bajos e Inglaterra.

Éstos últimos constituían un grupo cerrado. En algún momento histórico parece que sus normas fueran más ortodoxas y rígidas que las de los sefardíes. Era el grupo mayoritario en Ámsterdam.


Tras la expulsión se retiró a un suburbio en las afueras de la ciudad y publicó su APOLOGÍA para justificarse de su abdicación de la SINAGOGA, obra perdida que algunos autores consideran un precedente de su Tractatus Theologico-Politicus. Acentuó su trato con las sectas cristianas de los menonitas y colegiantes, de carácter cristiano bastante liberal y tolerante.

Para sobrevivir Se Dedicó A Pulir Lentes para instrumentos ópticos, entre ellos para su amigo el científico Huygens. Aparte de ganarse la vida con este oficio, recibía, según alguno de sus biógrafos, una pensión que le consiguió su amigo el munícipe Jan de Witt.

En 1660 se trasladó a Rijnsburg, pueblo cercano a Leyden, donde redactó su exposición de LA FILOSOFÍA CARTESIANA, Principia Philosophiae Cartesianae, y los Cogitata Metaphysica, que se editaron conjuntamente en verano de 1663 (edic. latina; en 1664 apareció la versión holandesa) y que serían las dos únicas obras publicadas con su nombre en vida. SOSTUVO UNA ABUNDANTE CORRESPONDENCIA CON INTELECTUALES DE TODA EUROPA. En los primeros 1660 también empezó a trabajar en su Tractatus De Intellectus Emendatione y en la más famosa de sus obras, la Ethica, terminada en 1675.

En 1663 se trasladó a Voorburg, cerca de La Haya, donde frecuentó los círculos liberales y trabó una gran amistad con el físico Christiaan Huygens y con el por entonces jefe de gobierno (raadspensionaris) Jan de Witt, quien, según algunos, protegió la publicación anónima de su Tractatus Theologico-Politicus en 1670, obra que causó un gran revuelo por su crítica racionalista de la religión. Estas protestas, y la muerte de su protector De Witt (1672), lo convencieron de no volver a publicar nuevas obras sino tras su muerte; las obras circularían, sin embargo, entre sus admiradores, cada vez más numerosos.

De 1670 hasta su muerte vivió en La Haya. En 1673 J.L. Fabritius, profesor de Teología, por encargo del Elector del Palatinado, le ofreció una cátedra de FILOSOFÍA EN SU UNIVERSIDAD, LA DE HEIDELBERG, pero Spinoza no la aceptó, pues aunque se le garantizaba "Libertad De Filosofar", se le exigía "NO PERTURBAR LA RELIGIÓN PÚBLICAMENTE ESTABLECIDA". Un año antes de su muerte fue visitado por Leibniz, pero éste negó luego tal encuentro. Minado por la tuberculosis, murió el 21 de febrero de 1677 cuando contaba 44 años. Sus amigos editaron en noviembre de ese mismo año, simultáneamente en latín y en holandés, todas las obras inéditas que encontraron, incluyendo (parte de) la correspondencia, bajo el título Opera Posthuma (versión latina) y Nagelate Schriften (versión holandesa).


EL ESTUDIO DEL PENSADOR CONSERVADO EN SU CASA-MUSEO

PENSAMIENTO

Partiendo de la innegable INFLUENCIA DE DESCARTES, creó un sistema muy original, con mezcla de elementos propiamente judíos, escolásticos y estoicos. En lo que se refiere a Descartes, éste había considerado la existencia de tres sustancias: EL PENSAMIENTO, LA EXTENSIÓN Y DIOS. Spinoza reduce estas tres sustancias a una sola: Sustancia Divina Infinita, que según la perspectiva que se ADOPTE, se identifica bien CON DIOS O BIEN CON LA NATURALEZA (ambos términos llegan a ser equivalentes para él, según su célebre expresión Deus Sive Natura).

Para Spinoza, LA SUBSTANCIA ES LA REALIDAD, que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas; que existe por sí misma y es productora de toda la realidad; por tanto, LA NATURALEZA ES EQUIVALENTE A DIOS. DIOS Y EL MUNDO, su producción, son entonces idénticos. Todos los objetos físicos son los "modos" de Dios contenidos en el atributo extensión. Del mismo modo, todas las ideas son los "modos" de Dios contenidas en el atributo pensamiento. Las cosas o modos son NATURALEZA NATURADA, mientras que la única substancia o Dios es NATURALEZA NATURANTE. Las cosas o modos son finitas, mientras que DIOS ES DE NATURALEZA INFINITA Y EXISTENCIA NECESARIA Y ETERNA.

Este cambio tiene la ventaja, sobre la FILOSOFÍA CARTESIANA, de borrar de un plumazo los problemas que presenta la filosofía de Descartes para explicar LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO: dado que el pensamiento y la extensión son dos de los infinitos atributos de Dios, distintos e independientes el uno del otro (paralelismo de los atributos), ¿cómo se puede conocer el mundo? Descartes había resuelto este problema de una manera aparentemente gratuita, amén de insatisfactoria, señalando la comunicación de éstas sustancias en la glándula pineal.

Con Spinoza, pues, ya no existe este problema: se puede conocer el mundo, porque el entendimiento, en tanto parte del entendimiento de Dios, es una modificación o "modo" de la misma sustancia divina, entendimiento infinito de Dios, que "piensa" su objeto extenso o cuerpo, de modo que el entendimiento puro puede "aprehender" la realidad, porque el alma, o sea la idea del cuerpo, "replica" lo que afecta a éste cuerpo. La unidad del alma y el cuerpo está justificada por la unidad de la sustancia infinita de la que son sus modificaciones finitas o modos.

Pero, a la vez, abre un tremendo problema para explicar la libertad humana. La anterior distinción de Descartes en tres sustancias le permitió sustraer del determinismo mecanicista, al entendimiento, con lo cual el ser humano mantendría su libertad. El mecanicismo sostiene que todo el Universo está determinado por leyes, con lo cual cualquier ente que esté dentro de él también estará sujeto a dichas leyes, incluido el ser humano. DESCARTES Y SPINOZA SON MECANICISTAS, pero el primero salva el problema a través de su postulado de las tres sustancias: el mecanicismo (por tanto el determinismo o ausencia de libertad) sólo afecta a la sustancia extensa o mundo, pero no a la sustancia pensante o entendimiento.

Pero, AL POSTULAR SPINOZA UNA SOLA SUSTANCIA, ¿cómo es posible que exista la libertad humana, si todo está sometido a una inexorable regulación permanente? Spinoza acaba afirmando un determinismo (negación de la libertad humana) riguroso, aunque deja el resquicio de una definición poco alentadora y paradójica de libertad: LA LIBERTAD HUMANA APARECE CUANDO EL SER HUMANO ACEPTA QUE TODO ESTÁ DETERMINADO; la libertad no depende de la voluntad sino del ENTENDIMIENTO; el hombre se libera por medio del conocimiento intelectual.

En el campo de la filosofía Spinoza se declara monista, esto es, no cree en la existencia de un dualismo cuerpo-alma. Para Spinoza el hombre es cuerpo y mente, y todo en su conjunto es parte de una sustancia universal con infinitos modos e infinitos atributos, algo que da lugar a un "monismo neutral".

También es determinista, lo que supone que no cree en el libre albedrío: asegura que el hombre está determinado por leyes universales que lo condicionan mediante LA LEY DE LA PRESERVACIÓN DE LA VIDA. Así, afirma que ser libre es regirse por la razón frente a la sumisión, por ejemplo, a la religión.

PENSAMIENTO POLÍTICO

En el aspecto político sigue en parte a Hobbes. Sin embargo, su doctrina tuvo gran influencia en el pensamiento del siglo XVIII, ya que se le considera EL INICIADOR DEL ATEÍSMO, aunque esta afirmación no es del todo correcta. Como filósofo, comparte con Hobbes el tema del determinismo. Sin embargo Spinoza fue siempre, y en todos los campos, un escritor proscrito, hasta el punto de que a comienzos del siglo XIX no se le reconocía, especialmente por el movimiento Romántico alemán (Goethe, Jacobi, etcétera). Dentro del ámbito de la política SE LE CONSIDERA PRECURSOR DE ROUSSEAU.

SU PENSAMIENTO TRASLADA LA VISIÓN DEL MUNDO DE GALILEO, que dice que el mundo está sujeto a unas determinadas leyes, por lo que buscará cuales son las que regulan a la sociedad. En este punto coincide en parte con Descartes y Hobbes, pero con la singularidad de que Spinoza además busca las leyes que rigen la moral y la religión. Así Spinoza entra de lleno tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas esferas, para lo que usa un método racional.


En su Ética demostrada según EL ORDEN GEOMÉTRICO HABLA DE DIOS, DEL SER HUMANO Y DEL PUESTO QUE EL HOMBRE OCUPA DENTRO DE LA NATURALEZA; así, dice que la forma correcta de entender a los hombres, es que son una parte más de la Naturaleza y que las acciones humanas no se deben analizar con criterios morales, sino como partes necesarias de leyes que rigen el Cosmos, esto es, que existen LEYES UNIVERSALES DE LA NATURALEZA a las que los hombres están sujetos, por lo que no se puede afirmar que el hombre es totalmente libre. Siguiendo este planteamiento se encuentra una de sus afirmaciones más importantes y que más problemas le trajo: afirma que los valores son creaciones humanas arbitrarias.

En el tema político, el filósofo reivindica la democracia más amplia posible, aunque dentro de ésta no incluye explícitamente a las mujeres, a quienes plantea si deben tener o no derechos políticos, cosa que no tiene muy clara; finalmente se inclina por sostener una inferioridad innata de las mujeres, y afirma que el mejor gobierno es de los hombres. No obstante deja una puerta abierta al reconocimiento de las mujeres, diciendo finalmente que sí son iguales a los hombres, que sí pueden gobernar, pero que lo mejor es evitar el tema, ya que puede generar conflictos.

Según su visión, EL FIN DEL ESTADO ES HACER A TODOS LOS HOMBRES LIBRES, lo que significa que el hombre ha de dejar de ser un autómata.

 LA CASA DEL PENSADOR HOY UN MUSEO QUE CONSERVA SU OBRA

OBRA

Spinoza publicó dos obras en vida:

PRINCIPIOS DE LA FILOSOFÍA DE DESCARTES. PENSAMIENTOS METAFÍSICOS (1663; VERSIÓN EN HOLANDÉS, 1664)
TRATADO TEOLÓGICO-POLÍTICO (1670)

El resto de sus obras, incluyendo la Ética, fueron publicadas por amigos suyos en las Opera posthuma (OP) / Nagelate Schriften (NS) de 1677, excepto el Tratado breve, que fue descubierto y publicado en 1852:

    Tratado breve (escrito hacia 1660)
    Tratado de la reforma del entendimiento (OP, escrito hacia 1661)
    Ética demostrada según el orden geométrico (OP, escrito en 1661-1675)
    Tratado político (OP, escrito 1675-1677)
    Compendio de gramática hebrea (OP)

Además de las mencionadas, se atribuyen a Spinoza dos pequeñas obras de carácter científico, publicadas de manera anónima en 1687. Sin embargo, la autenticidad de estas obras se encuentra en disputa.

    CÁLCULO ALGEBRAICO DEL ARCOIRIS
    CÁLCULO DE PROBABILIDADES

Por último, se encuentran las cartas de Spinoza, las cuales están fechadas entre 1661 y 1676 y son consideradas de interés filosófico.

    Correspondencia (1661-1676)

TRADUCCIONES AL ESPAÑOL

Las obras completas de Baruch de Spinoza, incluido su epistolario y las biografías que se compusieron sobre él, han sido traducidas al español por uno de los máximos especialistas en este autor, el profesor Atilano Domínguez Basalo (Madrid: Alianza Editorial).

    Spinoza, Baruch (2011). Luciano Espinosa. ed. Obra completa. Biblioteca de Grandes Pensadores. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 9788424919412.
    Ética demostrada según el orden geométrico, introducción, traducción y notas de Vidal Peña, Madrid: Alianza Editorial, 1987 {ISBN 84-206-0243-4}
    Ética demostrada según el orden geométrico, edición y traducción de Atilano Domínguez, Madrid: Editorial Trotta, 2000, 2005, 2009.
    Ética demostrada según el orden geométrico, traducción de Oscar Cohen, FCE, México, varias ediciones desde 1958.
    Tratado teológico-político, traducción, introducción, índice analítico y notas por Atilano Domínguez, Madrid: Alianza Editorial, 1986 {ISBN 84-206-0185-3}, 2003.
    Tratado político, traducción, introducción, índice analítico y notas por Atilano Domínguez, Madrid: Alianza Editorial, 1986 {ISBN 84-206-0219-1}, 2004.
    Tratado Político, Introducción, traducción, notas, Index Latinus Translationis y Bibliografía de Humberto Giannini y María Isabel Flisfisch, Editorial Universitaria, Santiago, Chile,1989.
    Tratado de la reforma del entendimiento. Principios de filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos, introducción, traducción y notas de Atilano Domínguez, Madrid: Alianza Editorial, 1988 {ISBN 84-206-0325-2}, 2006.
    Tratado de la reforma del entendimiento, traducción de Oscar Cohen, Buenos Aires: Editorial Cactus, 2006.
    Tratado breve, traducción, prólogo y notas de Atilano Domínguez, Madrid: Alianza Editorial, 1990 {ISBN 84-206-0478-X}.
    Correspondencia, introducción, traducción, notas e índices de Atilano Domínguez, Madrid: Alianza Editorial, 1988 {ISBN 84-206-0305-8}.
    Correspondencia completa, Traducción, introducción, notas e índices de Juan Domingo Sánchez Estop, Madrid: Ediciones Hiperión, 1988.

sábado, 1 de octubre de 2011

MEDICINA BIOLÓGICA Dr. Germán Duque Mejía: SISTEMA BASICO DE PISCHINGER


ALFRED PISCHINGER


El sistema básico según PISCHINGER es el portador de las funciones inespecíficas de defen­sa. Las investigaciones que ahora cumplen 30 años de haber sido iniciadas han demostrado que a este sistema y a sus funciones les corresponde el papel central energético en todo el suceso de defen­sa. Respecto de sus funciones di­rectrices en el terreno extranerval hay aún mucho por aclarar pero por lo menos se conocen ya dos sustancias: los ácidos grasos tres veces conjugados (ácidos trienos de PISCHINGER y LUTZ, 1949) y un complejo que consta de nu­cleótidos (PISHINGER 1978). Dichas sustancias se encargan pues de dirigir funciones en el or­ganismo y su falta conduce a alteraciones definibles de las funciones de defensa. El sistema básico consta de las células del tejido conectivo blando indiferenciado (reticulo­citos o fibroblastos), del líquido tisular extracelular, de los capila­res y del plexo de fibras vegetati­vas nerviosas terminales.

Su íntimo contacto con el resto del orga­nismo se lleva a cabo por vía afe­rente: mediante capilares y fibras nerviosas terminales, por la eferente a través, también, de las numerosas vías linfáticas. De hecho no luce como de mucha impor­tancia pero histológicamente muestra hechos muy esenciales: por ninguna parte se ve un con­tacto inmediato y directo entre células orgánicas con capilares o fibras nerviosas vegetativas termi­nales. Eso significa que cada estí­mulo y cada proceso metabólico entre las células orgánicas especia­lizadas por una parte y capilares y fibras nerviosas terminales por la otra, tienen que llevarse a cabo a través del líquido tisular extrace­lular, de tal modo que cada reac­ción de tipo nerval, hormonal, vascular o inmunológico depende de la función mediadora (relee o sinapsis ubiquitaria) del sistema básico, si es que las células orgáni­cas específicas deben ser alcan­zadas.

Esta estructura de apariencia tan sencilla se complica extraordinariamente cuando por estímulos irritativos se modifica su biopo­tencial, verbigracia el Ph. Es entonces cuando se transforman los reticu­locitos que como células indife­renciadas aún son totipotenciales (según MAXIMOW) en diversas formas celulares claramente dife­renciadas y todos sabemos que las diversas formas externas que adoptan corresponden también a diversos deberes defensivos.

EL SISTEMA BÁSICO DE PISCHINGER
Escrito Por Dr. F. Perger


Del grupo de trabajo de INVESTIGACIONES FOCALES Y DE REGULACION. Policlínica de la Ciudad de Viena. Director: Prof. Dr. med. W. Zischka-Kono

INSTITUTO LUDWIG-BOLTZMANN. Departamento de investigaciones sobre reumatología y suceso focal. Director: Prof. Dr. med. F. Endlery. Docente: Dr. med. N. Thumb

Traducción: Dr. Jorge Alberto Duque Mejía. Academia Latinoamericana de Medicina Biológica. Septiembre, 1979

RECAPITULACIÓN

El sistema básico según PIS­CHINGER es el portador de las funciones inespecíficas de defen­sa. Las investigaciones que ahora cumplen 30 años de haber sido iniciadas han demostrado que a este sistema y a sus funciones les corresponde el papel central energético en todo el suceso de defen­sa. Respecto de sus funciones di­rectrices en el terreno extranerval hay aún mucho por aclarar pero por lo menos se conocen ya dos sustancias: los ácidos grasos tres veces conjugados (ácidos trienos de PISCHINGER y LUTZ, 1949) y un complejo que consta de nu­cleótidos (PISHINGER 1978). Dichas sustancias se encargan pues de dirigir funciones en el or­ganismo y su falta conduce a alteraciones definibles de las funciones de defensa. Presentaremos el sistema básico en 9 apartados (véase el índice).

Brevemente también las posi­bilidades de ejercer sobre el una influencia terapéutica así como también las consecuencias clínicas y los problemas que aún quedan.
El 15 de julio de 1979 celebró el profesor Dr. Alfred PISCHIN­GER sus ochenta años. Por dicho motivo, tan digno, hemos resuelto resaltar su mérito principal, el descubrimiento del sistema bási­co no sólo nos abrió dimensiones completamente nuevas para la investigación de las funciones de defensa sino que nos ayudó esen­cialmente a cultivar un pensa­miento analítico funcional en contraposición con la actual ma­nera entronizada estática casual de investigación (analítico-fun­cional vs. estático casual).

A primera vista puede sorpren­der el que haya sido precisamente un experto en morfología el des­cubridor de un sistema que según él solo puede ser entendido en to­da su importancia si se le aprende bajo su aspecto funcional. Si se conoce a fondo el camino cientí­fico  recorrido por PISCHINGER veremos que desde la juventud venía conquistando para sí las condiciones que lo llevarían a su exitosa labor; Promoción en 1923, recibió su instrucción cien­tífica de RABL (Morfología y em­briología), de BETHE (Química fisiológica) y con MOLLENDORF se inició en química coloidal. Por sus primeros trabajos publicados se le considera como uno de los fundadores de la histoquímica, materia que sería pilar sustentador de sus posteriores investiga­ciones.

La investigación de mecanis­mos inespecíficos de defensa era, hasta entonces, un niño olvidado de la ciencia. La medición de la actividad de los diversos mecanis­mos de defensa y el juicio sobre su relativa importancia para la resis­tencia frente a infecciones, ofrece múltiples dificultades y ellas son las culpables de que el campo de los mecanismos inespecíficos de resistencia haya sido dejado de lado por tan largo tiempo (HUMPHREY y WITHE). Suce­de que estas dificultades se de­bían a que aparte de PISCHIN­GER nadie podía decir qué siste­ma orgánico dirige las actividades inespecíficas de defensa. Ni el sis­tema inmune ni el sistema nervioso vegetativo dan la posibilidad de captar limpiamente regula­ciones inespecíficas. El mismo Ferdinand HOFF, sin duda algu­na uno de los mejores conocedo­res de funciones nervales y humoral - vegetativas, fracasó ante el he­cho de que en procesos crónicos se diluye y pierde el antagonismo normal entre simpaticotonía y va­gotonía. Es así como su "esquema circular de cambios vegetativos de fase" que recorrió el mundo ente­ro, sólo tiene validez en funciones de defensa normales.

La senda ideológica que llevó a PISCHINGER a descubrir nuevos continentes científicos fue, al igual que todo acto creativo, una faena de difícil ejecución. Era ne­cesario hacer reconocer y respetar la importancia fundamen­tal de un tejido valorado por la Uni­versidad como "material de relle­no" y descubrir que su líquido tisular formaba con el dicho te­jido un sistema orgánico - conjuga­do. Había que explicar, a través del hallazgo de su histología, sus funciones, las que estaban escon­didas detrás de influencias tan importantes como las del sistema nervioso vegetativo, del sistema hormonal y de las funciones in­muno específicas. Este proceso mental obligaba a poner en duda muchas enseñanzas universitarias que tenían que ser desenmascara­das como falsas. Quien podía su­perar internamente este rudo golpe estaba listo para presenciar tranquilo la forma como PIS­CHINGER refutaba limpiamen­te las falsas enseñanzas que, respecto de los procesos de defensa, se entregaban a los estudiosos. Es un hecho que muchos autores de épocas anteriores le habían dedi­cado su atención al componente celular del sistema básico: Bor­deau en 1767, Reichert en 1845, Rindfleisch en 1869, Hertwig en 1881, Buttersack en 1910 y 1912 y Von MOLLENDORFF en 1943. A HERTWIG se debe el término de mesénquima y a BUTTERSACK el de sistema básico, pero a ningu­no de los dos le fue posible com­probar su importancia, motivo por el cual sus interesantes trabajos cayeron en el olvido. PIS­CHINGER era uno de los pocos que conocía dichas publicaciones. En base a ellas y apoyado por la patología de la permeabilidad de EPPINGER pudo continuar su labor.

1. ESTRUCTURA HISTOLÓGICA DEL SISTEMA BÁSICO

Parece que la histología es bien sencilla: el sistema básico consta de las células del tejido conectivo blando indiferenciado (reticulo­citos o fibroblastos), del líquido tisular extracelular, de los capila­res y del plexo de fibras vegetati­vas nerviosas terminales.

Su íntimo contacto con el resto del orga­nismo se lleva a cabo por vía afe­rente: mediante capilares y fibras nerviosas terminales, por la eferente a través, también, de las numerosas vías linfáticas. De hecho no luce como de mucha impor­tancia pero  histológicamente muestra hechos muy esenciales: por ninguna parte se ve un con­tacto inmediato y directo entre células orgánicas con capilares o fibras nerviosas vegetativas termi­nales. Eso significa que cada estí­mulo y cada proceso metabólico entre las células orgánicas especia­lizadas por una parte y capilares y fibras nerviosas terminales por la otra, tienen que llevarse a cabo a través del líquido tisular extrace­lular, de tal modo que cada reac­ción de tipo nerval, hormonal, vascular o inmunológico depende de la función mediadora (relee o sinapsis ubiquitaria) del sistema básico, si es que las células orgáni­cas específicas deben ser alcan­zadas.

Esta estructura de apariencia tan sencilla se complica extraordi­nariamente cuando por estímulos irritativos se modifica su biopo­tencial, verbigracia el Ph. Es entonces cuando se transforman los reticu­locitos que como células indife­renciadas aún son totipotenciales (según MAXIMOW) en diversas formas celulares claramente dife­renciadas y todos sabemos que las diversas formas externas que adoptan corresponden también a diversos deberes defensivos.

2. LA TOPOLOGÍA DEL SISTEMA BÁSICO

La dependencia que tienen todos los procesos de la vida con el sistema básico, hecho que se do­cumenta por la distancia entre células orgánicas y capilares y fi­bras nerviosas terminales, se pa­tentiza aún más por la topografía. El sistema básico transfluye todo organismo íntegro, de la cabeza a la punta de los dedos de los pies, con excepción de las capas epiteliales más superficiales de la piel y de la mucosa. Es pues el único tejido corporal ubiquitario y, al mismo tiempo, el único sistema orgánico que permanece en con­tacto inmediato con todas las cé­lulas orgánicas. Es, por tal razón, que sólo a través de este sistema es posible una reacción de la totalidad y esto hay que repetirlo terminantemente: cualquier otro proceso funcional, en última instancia, depende de su función transmisora.  Especialmente abundante lo encontramos en los tejidos subepiteliales, lo que cobra primordial importancia en la pared intestinal mientras que, por ejemplo, en el hueso es mu­cho menos denso.


SISTEMA BÁSICO DE PISCHINGER

Relaciones recíprocas (flechas) entre capilares (8), sustancia fundamental  [PG/GAGs y glicoproteirias (1)], colágeno (2), elastina (3), células del tejido conecti­vo [mastocitos (4), células de defensa (5), fibrocitos (6)], axones terminales autonó­micos (7) y células del parénquima orgánico (10). Membrana basal (9). El fibrocito (6) representa el centro de regulación de la sustancia fundamental. Este es el único tipo celular en retroalimentación con todos los componentes celulares y nerviosos, capaz de sintetizar la sustancia fundamental que se adapta eficazmente a las circunstancias que prevalecen habitualmente. Los mediadores primarios y los filtros de información son los PG/GAGs, las glicoproteínas estructurales, así como la película de carbohidratos de la superficie celular (glicocálix: línea de puntos en todas las células, colágeno y elastina).

3. EL LÍQUIDO TISULAR EXTRACELULAR

Queda claro que el líquido ex­tracelular posee y juega una fun­ción transmisora. HAUSS y JUN­GE-HULSING hablan muy co­rrectamente cuando definen el sistema básico de PISCHINGER como una "vía de tránsito". Su ca­pacidad de rendimiento y su esta­do funcional depende de la cons­titución de sus componentes sus­tanciales (sustancias transmiter) y esto es válido tanto para procesos metabólicos como para señales de regulación nerval.

Sus propiedades biofísicas y bioquímicas no han sido aún acla­radas del todo pero lo que ya sabemos es que esta vía de tránsi­to no sólo tiene una función pa­siva, sino que codirige activamen­te el rendimiento de todo el orga­nismo.

El líquido tisular extracelular normal se halla en un estado gela­tinoso (estado gel), es pobre en proteínas, contiene abundantes mucopolisacáridos y un escogido y equilibrado contenido de elec­trolitos. Este contenido electrolí­tico -con excepción del calcio- corresponde al del mar original. Esto es bastante notable pues constituye uno de los poderoso ar­gumentos que aseguran que el líquido tisular es el más antiguo sis­tema de comunicación entre célu­las vivientes.

Contiene además lípidos sin saturar. Los más importantes son los ácidos grasos trienos que son secretados por los fibroblastos y por los leucocitos de la sangre, so­bre todo por los monocitos (PIS­CHINGER). Mientras que los áci­dos grasos esenciales (linol, linolen y ácido araquidónico) si están en exceso inhiben la defensa celu­lar (MARTIN), los ácidos grasos tres veces conjugados e insatura­dos activan, en cada concentra­ción, las funciones inespecíficas de defensa. Según investiga­ciones propias (PERGER, 1956) pueden denominarse dichos áci­dos como sustancias hormonales anti-schock propias del cuerpo.

Sólo uno de los parámetros, el contenido de oxihemoglobina de la sangre venosa, no es determi­nado exclusivamente por el líqui­do tisular sino también por las anastomosis arteriovenosas que son dirigidas por el sistema ner­vioso vascular (BERGSMANN) el que a su vez es un receptor de al­teraciones  periféricas.  Como ventaja de incalculable valor se comprobó que, a través de las nu­merosas comunicaciones capilares y linfáticas entre la circulación del líquido tisular y el sistema circu­latorio sanguíneo, podrían deter­minarse en el suero de la sangre venosa los parámetros más impor­tantes. Con qué pasmosa veloci­dad pueden llevarse a cabo reac­ciones, fue algo que pude com­probar por la aplicación endovenosa de sustancias irritativas inespecíficas: 30 segundos más tarde se pudieron encontrar en el otro hemicuerpo modificaciones sig­nificativas en el nivel electrolítico pero también vimos -más allá de la cuota permisible de error- alte­raciones en el contenido de proteínas totales y de sus fracciones séricas. Bajo estímulos irtitativos se modifica el líquido tisular, pa­sa a un estado soluble (estado sol), cambia su contenido de mu­copolisacáridos y electrolitos y aumentan las sustancias fluores­centes (lípidos no saturados). Simultáneamente  aumenta  el contenido proteico, se producen edemas y el fenómeno de la que­motaxis = granulocitos son atraí­dos hacia el tejido y estos no sólo migran entre las células del endo­telio a través de la pared capilar sino que son literalmente traspa­sados a través de las mismas célu­las del endotelio (HUMPHREY y WHITHE). Esta permeabilidad variable de la pared capilar juega estrechamente con las células del tejido básico debido a que las cé­lulas del endotelio, a pesar de su especialización, aún poseen un parentesco muy cercano con los fi­broblastos (PI SCHINGER).

Aquí había pues dos barreras que debían ser superadas: una científica y la otra psíquica. La di­ficultad científica radicaba en la determinación de uniones alifá­ticas no saturadas en el suero y en el líquido tisular y que tenían enorme importancia como porta­doras de regulaciones vegetativas por fuera de funciones nerviosas inmediatas (extranervales). PISCHINGER resolvió este problema con ayuda de la YODO­METRÍA SÉRICA pues ella servía para determinar titrométrica­mente la cantidad de las uniones no saturadas en base a la cantidad del yodo elemental que se fijara. El consumo de yodo indica pues la suma de uniones no saturadas y no sólo la cantidad de ácidos gra­dos insaturados y 3 veces conjuga­dos. La Yodometría sérica -tam­bién en la variante que le hicieron KELLNER y KLENKHART- re­sultó ser un parámetro importan­te que permitió profundas obser­vaciones en el suceso inespecífico de regulación.

La barrera psíquica que al prin­cipio nos propinara también a nosotros algunas dificultades la constituía la alteración de los elec­trolitos. Dichas alteraciones se lle­van a cabo en el marco de las regu­laciones dentro de límites norma­les. Semejantes procesos hasta el momento no se habían observado o no se tenían en cuenta puesto que no tienen importancia en los cuadros clínicos específicos. Re­sulta que en el marco de las regulaciones inespecíficas vienen a ser indicadores importantes de la manera de reacción y de los lími­tes de la misma. Hay que anotar que el líquido tisular puede variar su constitución en forma asom­brosamente rápida. La misma permeabilidad selectiva de la pa­red capilar y la actividad regula­tiva del tejido pericapilar actúan modificantes del medio extrace­lular con lo que se ejerce influen­cia comprobable sobre la función transmisora.

4. LAS FUNCIONES NORMALES DEL TEJIDO BÁSICO

La función del tejido básico no sólo abarca las funciones inespecí­ficas de defensa sino -y esto en forma primaria- también las funciones vitales fundamentales del presupuesto del oxígeno, del agua, de los electrolitos y del equilibrio ácido básico. KELL­NER logró comprobar la regula­ción del equilibro ácido básico por los reticulocitos: en cultivos de fibroblastos se neutraliza el milieu por destrucción celular en lo ácido, por crecimiento celular en lo alcalino. La regulación de la utilización de oxígeno la ejecutan principalmente los ácidos grados trienios instaurados como ha sido documentado centenares de veces por PISCHINGER y KELLNER, también por KELLNER, PER­GER y SCHUH.

La inyección subcutánea produce una fuerte reducción del contenido de oxihemoglobina en la sangre venosa lo que quiere decir que al paso por los capilares se entrega más oxígeno. En los procesos de defensa garantiza un sistema básico intacto, una alta capacidad de reacción, infecciones débiles se expulsan en forma local. Sólo cuando hay una sobrecarga correspondiente a un equi­valente de 500.000 millones de gér­menes, se presenta una reacción de la totalidad. Es el momento en que se llevan a cabo reacciones rá­pidas y exhaustivas: en los electrolitos la oscilación va del 25 al 30% del valor de inicio. Se pueden dis­tinguir claramente las siguientes tres fases, correspondientes al síndrome de adaptación de SELYE, por lo que acogimos su dicción:

            Schock
            Contraschock y
            Fase de acomodación

sin compartir su tesis de que ellas son dirigidas y reguladas por el sistema hipófisis - suprarrena­les. A. SELYE contradice la monoactividad (una sola víal) del ACTH y de la cortisona y es por eso que si lo aceptamos permane­ce desconocida la causa del contraschock, mientras que PISCHINGER pudo desencade­nar dicha fase con ayuda de los ácidos grados trienos insaturados.

La duración de una reacción de todo el cuerpo depende de la in­tensidad del estímulo irritativo. Sobrecargas medianas se regulan en aproximadamente unas cuatro horas. En las infecciones banales febriles se observa cierto biorrit­mo sobre el que HILDEBRANDT llamó la atención: Duración de la fase de Schock (= pródromos) 24 a 48 horas; de la del contraschock (cuadro clínico propiamente di­cho) 4 ó 5 días; de la de acomoda­ción (reconvalecencia) otros 4 a 5 días.

La fase de schock sirve para delimitar la infección, si es posible, en forma puramente local hasta que la defensa inmunológica pueda entregar suficientes anti­cuerpos. En la puerta de entrada se transforman reticulocitos en histiocitos que son los que rodean el foco con su muro histiocitario. Detrás de dicha pared surge un edema que diluye la noxa. Un substrato diluido ya no puede -al contrario de una noxa concentrada- inhibir la función in­munológica específica. Además, el edema induce el estimulo qui­miotáctico para la invasión granu­locítica y para la granulocitis. Ese proceso libera una gran cantidad de enzimas, especialmente peroxidasas y fermentos proteolíti­cos. Junto a la destrucción de his­tiocitos se liberan ácidos trienos de alta sensibilidad y actividad como comprobado por PISCHIN­GER.

En la 3ª fase se observa la inva­sión de macrófagos (= monocitos) en donde el término invasión resulta falso pues los monocitos proceden de los fibroblastos, son pues formas diferenciadas de ma­terial antes indiferenciados del te­jido básico. Aquí tuvimos que dejar a un lado una enseñanza ya establecida, la teoría de los monocitos de NAEGELI y LEDER según la cual los monocitos provienen exclusivamente de la médula ósea y sólo pasan al tejido cuando se les reclama y necesita. Por simples ra­zones filogenéticas esto no puede ser verdad pues el monocito es la primera célula sanguínea blanda que aparece incluso en seres que no poseen médula ósea. Su for­mación de los fibroblastos no sólo fue comprobada por PISCHIN­GER, sino también por CARELL y EBELING, así mismo el retorno de monocitos a reticulocitos. Con la fase de los macrófagos termina la fase de la defensa inespecífica. Viene el cambio a la fase de con­traschock que es la fase de defensa inmuno-­específica con reacción linfocitaria y producción de de­fensa inmuno-­específica con reac­ción linfocitaria y producción de anticuerpos humorales específi­cos. El desencadenamiento de la reacción inmuno-­específica es ta­rea del sistema básico y se ejecuta, a veces, gracias a una sustancia propia que PISCHINGER aisló en 1978 del líquido linfático y que, como él mismo pudo comprobar, saca los linfocitos de los nódulos linfáticos al mismo tiempo que reduce los monocitos de la sangre.

A esta segregación de linfocitos le sigue, en cuestión de pocos cías, un aumento de las gamma globu­linas, cosa que pude comprobar en las primeras investigaciones clínicas, es decir: se trata de una activación genuina de funcio­nes inmunológicas específicas.

No obstante aún no se conoce el substrato desencadenador del final de la fase de contraschock. Hay que suponer que dicho final se debe a la eliminación de la noxa, cosa que parece comproba­da por la forma ondulada como cesan las reacciones de defensa en la fase de reconvalecencia.

Un proceso patológico es pues un suceso dinámico y jamás pue­de observarse como algo estático causal. El intercambio entre noxa y defensa crea continuamente nuevas situaciones y ni la noxa ni el organismo al final de una en­fermedad, son los mismos del co­mienzo. Si la defensa es normal, la noxa se volvió inactiva o fue ani­quilada, el cuerpo regresa a su es­tado normal de las regulaciones (KELLNER) pero ahora está forta­lecido energética y humoral-mente. Esto es comprobable por una elevación de la capacidad de reacción (o reagibilidad) y por el alto contenido de anticuerpos. A esto se le adiciona la inherencia de células plasmáticas en el sistema básico. Exactamente así como el sistema básico se sirve de los granulocitos en la fase inespecífica, a pesar de que éstos le pertenecen a una evolución filogenética poste­rior y vienen de la médula ósea, así mismo hay copulaciones con el sistema inmune. Células plasmá­ticas como portadoras de sustan­cias inmunoactivas se anidan en forma de células dendríticas en el tejido conectivo blando. Algo similar se conoce de las zonas me­dulares de los nódulos linfáticos. Estas células plasmáticas en repo­so no se distinguen morfológicamente de los reticulocitos pero equivalen a una reserva siempre activable de inmunoglobulinas y anticuerpos.

En general pudo comprobarse que la función normal del tejido básico se caracteriza por reac­ciones escalonadas según prin­cipios definidos presentando además una alta actividad metabólica de inmensa sincronización.

5. LAS REGULACIONES ALTERADAS

Se coligen del proceso normal de sus funciones. Excluyendo la reacción anafiláctica que dis­curre acelerada, las reacciones se desarrollan más despacio y con menor amplitud en la mar­cación de los parámetros. Carac­terístico para todas las altera­ciones funcionales es la pérdida de por lo menos una de las fases de reacción. Todas estas afec­ciones ofrecen el cuadro de una pérdida de energía en la que hay que considerar también una al­teración en la regulación de se­ñales.

Investigaciones promediadas de los electrolitos en diversas enfermedades demostraron tam­bién la regularidad de las disre­gulaciones.  En  inflamaciones agudas se encuentra una alta reagibilidad de todos los pará­metros: en los electrolitos la os­cilación es del 25 al 30%, al principio una caída de aproxi­madamente un 15%. En la 2ª fase una elevación del 10 al 15%.

Las limitaciones de esta ra­cionabilidad van paralelas con el tipo de inflamación que se pre­sente. Procesos recidivantes cró­nicos exudativos de tipo alérgi­co retardado muestran una limi­tación del 10 al 15% del valor inicial y discurren en una sola fase, una fase de contraschock, que cuando aparece, sólo lo hace en forma extremadamente rudi­mentaria. Esto va copulado con un retraso de las reaccio­nes celulares, es así como por ejemplo la depresión eosinofílica que en la inflamación aguda persiste durante unas 48 horas, sigue por varias semanas. También se re­gistra dicho retraso en la electroforesis: las gamma globu­linas sólo empiezan a subir des­pués de semanas mientras que en las infecciones agudas se trepan claramente en cuestión de 48 horas, y si se trata de un paludis­mo por inoculación, las encon­traremos aumentadas a las 12 horas (NEUMAYER, TSCHA­BITSCHER y SCHINKO, 1956). En este caso la formación de gamma globulina, es mucho más intensa que en las inflama­ciones agudas, vemos pues que el factor tiempo es de enorme im­portancia ya que los diversos gérmenes se acomodan y pueden sobrevivir. La inflamación cró­nica progresiva sin intervalos sólo muestra oscilación electro­lítica del 3%, es decir, que equi­vale prácticamente a una paráli­sis como dice PISCHINGER o a un bloqueo de las funciones ines­pecíficas de defensa. En el decur­so de las reacciones celulares significa esto un quedarse estan­cado o detenido en la fase ma­crofágica o en la linfocitaria (KELLNER) suceso que viene correlacionado con producción carencial de sustancias humora­les específicas de defensa.

El mismo cuadro del bloqueo es el que ofrece la enfermedad del tumor, y vemos que en am­bos casos se encuentra la combi­nación de una elevación persis­tente de a-2-globulinas con linfocitosis, combinación ésta que se puede buscar en vano en las inflamaciones agudas.

Un 4º tipo de alteración en las regulaciones que se veja ante con bastante frecuencia ha desaparecido casi totalmente en lo últimos 15 años; la limitación de la reaccionabilidad a casi 8 a 10% en terreno electrolítico y un curso clínico de fase de contraschock. Esto era el signo de un proceso inflamatorio proliferativo y su desaparición se debe a la intensificación de las terapias farmacoquímicas.

Llama la atención que en el comportamiento inespecífico de la defensa no se encuentran diferencias entre la inflamación cónica progrediente y la enfermedad humoral. Ambas no sólo tienen en común la falta de raccionalidad sino la situación metabólica: carencia de hierro, carencia proteica, carencia electrolítica, carencia de eritrocitos, carencia de uniones instaurada o de valencias libres en el suero sanguíneo. Su única diferencia radica en que una inflamación puede ella misma bloquear el sistema básico mientras que un malignoma sólo puede surgir de formarse bajo la condición de bloqueo, de tal modo que no nos queda más remedio que reconocerle su importancia a las inflamaciones crónicas clínicamente mudas si es que pretendemos acercarnos a la verdadera patogenesia de las enfermedades.

Hay que añadir que el umbral de reaccionabilidad para reacciones de la totalidad se reduce fuertemente cuando hay alteración de las regulaciones; esto significa que estímulos irritativos mínimos que a veces corresponden a 1/100 o a 1/1000 de la intensidad que soporta bien un individuo sano, ya desenca­denan reacciones integrales (res­puestas exageradas).

Más importante aún es el he­cho de que existen diferencias de reaccionabilidad entre los hemi­cuerpos y en la manera de reac­cionar del sistema básico. Este descubrimiento se lo debemos a BERGSMANN quien encontró importantes diferencias sanguí­neas entre el lado izquierdo y el derecho del cuerpo en procesos pulmonares unilaterales. Desde su publicación en 1965 corrobo­raron PISCHINGER, KELL­NER. PERGER y SCHUH en todos los parámetros inespecífi­cos las citadas diferencias. No sólo se encuentran distintos va­lores iniciales sino también di­ferencias genuinas en el curso de las reacciones y en la manera misma de reaccionar.

La correlación con factores de sobrecarga o interferentes se vio nítidamente. El lado más interferido muestra siempre la reacción más alterada (KELL­NER).

6. LAS CAUSAS DE LAS ALTERACIONES EN LA REGULACIÓN

Estas diferencias que presen­tan los hemicuerpos en las regu­laciones nos obligan a investigar las causas de sus alteraciones. Es esencial tener presente que las reacciones del sistema básico son totalmente inespecíficas, es decir, que cada sobrecarga siem­pre se responde en la misma forma, bien sea una infección, una intoxicación, una herida, un trauma, una quemadura, un transplante o una implanta­ción. Por lo tanto vemos que sobrecargas de especificidad completamente diferentes indu­cen la misma reacción sólo la intensidad y la duración del estí­mulo y la situación de reaccio­nabilidad o de inicio del sistema es la que determina la manera de reaccionar. Es así como no exis­te placebo alguno para hacerle un test a las regulaciones básicas a no ser que se valoren estímulos de bajo umbral como si fueran placebos.

Estímulos aislados se respon­den siempre en forma de "reac­ción de alarma" según SELYE o con una de sus formas de desca­rrío. Sobrecargas que llegan al límite de tolerancia desencade­nan una reacción de la totalidad del sistema de 3 a 4 horas de duración (PERGER). La dura­ción de la reacción crece propor­cionalmente a la intensidad del estímulo. Si la sobrecarga es extrema puede presentar, tam­bién en el sano, un bloqueo en la fase de schock, bien sea en todo el organismo o por ejemplo, en caso de una fractura, en sólo una parte del mismo.

Sobrecargas crónicas son estí­mulos permanentes que por no permitir fases de recuperación conducen siempre a una acomo­dación. Esto se expresa en forma de retraso y limitación de las reacciones inespecíficas lo que secundariamente retarda las funciones inmunológicas. Cae al mismo tiempo el umbral de reaccionabilidad cosa que por cual­quier motivo explotamos.

Resultado: mayor tendencia a las infecciones y muchas noxas que bajo condiciones normales no tienen la menor oportunidad de atacarnos, nos afectan.

Piénsese nada más en las mo­dernas teorías virales de la po­liartritis crónica primaria y de la esclerosis múltiple que deben ser tomadas en serio, y com­prenderemos la importancia patogenética de sobrecargas cróni­cas: ellas actúan como factores predisponentes. Lo mismo ase­guraron URBACH y KARL en 1932 y 1935 respecto de la for­mación de las alergias.

La sobrecarga crónica más común es la infección crónica muda o foco bacteriano. La ne­cesidad constante de mantenerlo a raya (el foco) y de encapsularlo debilita energéticamente al sis­tema básico y conduce a desca­rrío regulatorio.

Histológicamente llega una inflamación de actividad focal siempre hasta el tejido básico (PlSCHlNGER). Efectos bacterianos generales son una ver­dadera rareza: entre 7.148 pa­cientes afectados por focos sólo encontré 121 casos (escasos 1,2%) con dispersiones bacteria­nas (metástasis). En todos los demás se trataba exclusivamente de una afección del sistema bási­co. Mientras que procesos su­perficiales de la mucosa por sus circunstancias histológicas no tienen mayor importancia de tipo focal, la mucosa del intestino hace una excepción muy marca­da. Este órgano de la resorción es, en su terreno submucoso, es­pecialmente rico en tejido bási­co, como también por lo menos la mitad de todos los vasos linfá­ticos que le pertenecen o se le subordinan al tracto digestivo ya que deben eliminar todas las sustancias y gérmenes dañinos que nos llegan con la alimentación. Una disbacteriosis perma­nente o una micosis de la mucosa intestinal puede por lo dicho alterar fuertemente el sistema básico, sufriremos entonces de mala absorción, de hipovitamino­sis, así como de hepato y pancreopatías y si la situación dis­reguladora perdura entraremos en una regulación patológica inespecífica. Si las alteraciones intestinales son aisladas estare­mos ante aquellas reacciones de tipo alérgico exudativo.

Las sobrecargas no microbia­nas aumentan cada día más en los últimos años. Este no es sólo el motivo de su gran importancia sino también porque dichos fo­cos o campos de interferencia han echado a pique las viejas teorías focales.

HUNEKE pudo comprobar la importancia de las cicatrices como factor de alteración. Se trata casi siempre de cicatrices complicadas en su proceso de sanción. también de la inclusión de cristales de silicato (talco) en cicatrices estériles (KELLNER). Puesto que en estas últimas se excluye totalmente la posibili­dad de un efecto bacteriano sólo es explicable su acción a través de una alteración del potencial eléctrico del tejido. Lo que pudo comprobar STACHER al en­contrar en el terreno interferente una elevación de la resistencia de la piel.

Alarmantes son también las sobrecargas debidas a iones de metales pesados, pues cada día se encuentran más. Se trata de sobrecargas subtóxicas y no hay que olvidar que todos los iones de metales pesados en cantida­des subtóxicas producen una pa­rálisis del sistema básico y como inhiben las polimerasas, tienen un efecto inmunosupresor.

Una parte de estas sobrecargas proviene de la corrosión de los metales que tienen contacto con el tejido, es decir de aleacio­nes odontológicas, endoprótesis metálicas y esquirlas de grana­das (PERGER 1954; GASSER). Más importantes aún son las resorciones de iones metálicos del mundo que nos circunda.

Las sobrecargas subtóxicas como plomo van en rápido au­mento. Medidas médicas drásti­cas han podido eliminar prácticamente la intoxicación de ti­pógrafos, sin embargo la polu­ción del aire con tetraetileno de plomo está convirtiendo a la humanidad civilizada en su víc­tima. Chóferes de todo tipo de vehículos, policías de tránsito y hasta habitantes cuyas casas quedan al pie de vías concurridas consultan a diario. En los huesos produce la acumulación del plomo severísimas alteracio­nes degenerativas, por ejemplo, necro­sis idiopática de la cadera (MA­RUNA y TROJAN, ENDLER y KELLNER); en el sistema retículo endotelial y en el tejido básico observamos bloqueo de las regulaciones con lo que se cumple la primera trágica condición "para que surjan inflama­ciones" incurables y enfermeda­des tumorosas. Cefaleas, neuralgias y neuritis por plomo son un flagelo que si no se conoce, nunca se cura. De igual manera, actúan las sobrecargas subtóxicas con otros iones de metales como el níquel, cadmio, mercurio, pla­ta, oro y no siempre es fácil de aclarar el modo como estas noxas entraron al organismo. Jun­to a todas estas influencias pue­den también presentarse situaciones síquicas de permanente stress, tendremos entonces una causa más para que nuestro sis­tema básico no regule (BLOHM­KE, PERGER). En promedio, encontramos en pacientes con sus regulaciones alteradas, un 5,5% de sobrecargas bacterianas, de éstas vimos el 98% en terreno odontológico maxilomandibu­lar, 75% en terreno amigdalar y tonsilar (WALDEYER), 38% en senos paranasales y 4% en otros órganos.

Los campos de interferencia abacterianos, que prácticamente deben buscarse en terreno de todo el organismo, también en la boca, constituyen el 80% de cuanto enfermo llegó en 1978 a nuestra clínica. Las impregnaciones químicas y/o tóxicas son para nosotros material no elimi­nable en el sentido de PISCHINGER y las consideramos también campos de interferen­cia.

7. INFLUENCIABILIDAD TERAPÉUTICA DEL SISTEMA

De acuerdo a su topografía el sistema básico es la primera instancia de la defensa. Es el primero en entrar en contacto con cuanto estímulo irritativo le llegue del mundo circundante y su manera de responder es siempre igual, sin importar el tipo o la clase de estímulo, es decir: inespecí­fico. Ésta es precisamente la razón por la cual dando estímulos inespecíficos en este terreno se logran efectos terapéuticos siem­pre y cuando que su intensidad y repetición esté sincronizada con la reaccionabilidad y modo de respuesta del sistema. Los efectos de terapia puramente inespecíficos, como la Terapia Neural según HUNEKE, la acupuntura, la balneoterapia, etc. pueden ser verificadas con toda exactitud con los parámetros del sistema básico.

La forma más ideal de influencia terapéutica viene a ser la siguiente combinación:

    eliminación de las sobrecargas reconocidas; y
    reactivación del sistema mediante terapias que propicien bioestímulos inespecíficos.

Sin duda alguna que también para todos estos existen limitaciones pues en el marco de los bloqueos de las regulaciones hay numerosos casos, en los que la capacidad de defensa del sistema básico se ha agotado, entonces no es posible revitalizarlo.

8. LAS CONSECUENCIAS CLÍNICAS

A la función de los sistemas de defensa le tendremos que dar en el inmediato futuro la importancia que se merece. Si formulamos con honestidad la situación actual de nuestro enfoque docente tendremos que aceptar que el organismo, en la terapia ac­tual, sólo juega un papel comple­tamente pasivo.

Si elevamos las funciones defensivas a igualdad de rango con la causa específica de la enfer­medad, resultarán de la dinámica reconocida entre el encuentro de la noxa y el organismo, consecuencias que obligatoriamente tendremos que seguir.

Es perfectamente posible analizar la situación defensiva de un paciente. Para el efecto introdu­je desde 1956 el test con ácidos grasos trienos insaturados (Test del Elpimed). que luego fue me­jorado por PISCHINGER y KELLNER. Bajo este aspecto es posible determinar los efectos secundarios que ejercen terapias específicas (es decir, ortodoxas) sobre el sistema básico. Hay que deplorar el que precisamente fár­macos específicos de gran potencia paralizan a menudo las regulaciones básicas. lnmunosu­presores y citostáticos conducen en poco tiempo a bloqueos de la defensa inespecífica, corticoides necesitan semanas y terapias con metales pesados con fenilbutazona, antibióticos y sulfonamidas lo mismo. En nuestro centro docente ya empezamos a escoger la medicación específica teniendo siempre en cuerita los efectos nocivos sobre el sistema básico.

Sobrecargas inevitables como irradiaciones en malignomas pueden compensarse algo si uti­lizamos las medidas convenientes. Ácidos trienos, hemoxida­ción (T.H.O.) Terapia Neural, etc., son medidas terapéuticas de excelente valor.

El amplio espectro de terapias inespecíficas puede objetivarse y cobra importancia académica pues es un hecho irrefutable que la normalización del sistema bá­sico influencia también en forma positiva el sistema inmune.

La última consecuencia será la revisión de la ubicación universi­taria ante las inflamaciones cró­nicas mudas, ante los campos de interferencia y ante las sobrecar­gas adicionales del mundo cir­cundante. Su papel como facto­res predisponentes ya fue reconocida hace 45 años por KARL y URBACH en su monografía sobre las alergias. Estas sobrecargas juegan en la patogenesia de las enfermedades sistémicas inflamatorias e inclusive en el pre-estadio de las enfermedades tumorosas un papel esencial. El informe de JENTGENS, MATZ­KER y STEINHAUS sobre el menor incidente de carcinomas bronquiales y la comunicación de ZECHNER sobre la desaparición de carcinomas laríngeos, en  amigdalectomizados, com­prueban la importancia de sobrecargas tóxicas como preparadoras del camino para otras noxas.

9. PROBLEMAS POR RESOLVER

No es de extrañar que el descubrimiento de un sistema tan aparentemente insignificante y al mismo tiempo tan importante deje ante nosotros muchos pro­blemas por resolver.

Aún no poseemos ningún mé­todo sencillo para determinar cuantitativamente los ácidos grasos trienos insaturados. La yodometría capta en el suero la suma de todas las uniones ins­tauradas o valencias libres a las que le pertenecen los ácidos grasos esenciales y los nucleótidos. Tampoco se puede decir todavía en qué consiste la disregulación que en las enfermedades reumáticas conduce a la formación de macroglobulinas a pesar de que es un hecho comprobado limpiamente el que dichas macroglobulinas sólo se presentan cuando la parálisis de la defensa inespecífica es intensa. Si se re­suelve esta pregunta podríamos aclarar el mecanismo de de­sintegración que conduce a la degeneración maligna de conglomerados tisulares. A pesar de que en los pará­metros utilizados hasta el momento no existe diferencia alguna en el bloqueo del sistema cuando se trata de inflamaciones crónicas consumentes el efecto regulador (o mejor dicho, disregulador) es con seguridad, distin­to en los malignomas. En forma hipotética pueden discutirse al­teraciones biofísicas como las que describe POPP dentro de la célula aislada.

El problema clínico principal es que con los medios actuales de que dispone la ortodoxia pura no es posible, salvo raras ex­cepciones, desatar los intensos bloqueos de las regulaciones bá­sicas, cosa indispensable si el camino se pretende abrir hacia la curación de enfermedades.

Las primeras experiencias clínicas con la nueva sustancia ais­lada por PISCHINGER en el líquido linfático, permiten supo­ner que este problema ha dado un paso adelante hacia su resolución.

CONCLUSIÓN

El descubrimiento del sistema de las regulaciones básicas es una obra de importancia secu­lar. Altera la esencia misma de la medicina al colocar la función de la defensa en rango de igualdad con los factores desencadenantes específicos. A la investigación y a la terapia ortodoxa se le brin­dan, con ello nuevos caminos para la lucha contra enfermeda­des hasta el momento incura­bles. A métodos curativos ines­pecíficos que desde hace medio siglo y más, vienen presentando y acumulando fuera del marco universitario una cantidad asombrosa de resultados positi­vos se les está entregando una base científica. Por todo ello, le pertenece al descubridor del sis­tema básico, el Prof. Dr. med. PISCHINGER, nuestro más rendido agradecimiento.

BIBLIOGRAFÍA

    BERGSMANN, O.: Asymmetris­che Leukozytenbefunde bei Lun­gentu berkulose. Wien. Klin W. 77, 618 (1985). Der Herd als pathogenetischer Faktor. Phys Med. u. Rehab. 18, 5, 237(1977)
    BERGSMANN, O.; DABOCK, E.: Ve­nose Oxyhamoglobin und Leu­kozytendifferenzen unter Reizkorperbehandlung. Beitrage Klin. Tub. 139, 295 (1969)
    BLOHMKE, M.: Krebs, Mensch, Ge­sellschaft. Vortrag beim Kollo­quium Thermo-Regulations­Diagnostic und Krebs, Ludwigs­burg, Dez. 1978
    BORDEAU, L.: Recherches sur le tissu muqueux ou l'organ cellulaire. Paris, 1767
    BUTTERSACK, F.: Latente Erkran­kungen des Grundgewebes, ins­besonders der serosen Haute. Stuttgart, 1912
    CARELL, A.; EBELING, A.H.: J. exp. med. Vol 44, Nr. 2261 (1926). J. of exp. Medizin 44 Nr. 3, 285 (1926)
    ENDLER, F.; KELLNER, G.: Vortrag vor dem 1. Osterr. Osteologenkongress. Wien, Okt. 1977
    EPPINGER, H.: Die Permeabilitats­pathologie als Lehere vom Kran­kheitsbeginn, Verlag Springer, Wien, 1949
    GASSER, H.: Vortrag vor dem 23. Kongress der Deutsch. Arb. Gem. ionsforschung, Bad Nauheim, Okt. 1973
    HAUSS, W. H.: Uber die, Entste­lung und Behandlung rheuma­tischer Erkrankungen
    Hippo­tischer Erkrankungen. Hippo­krates 32/17, 678 (1961)
    HERTWIG, O.: Entwicklung des mittleren Keimblattes der Wir­beltiere. Jena 1881/82
    HILDEBRANDT, G.: Wissenschftli­che Grundlagen der Balneothe­rapie. Ther. Wo. 25, 32, 4122 (1975)
    HOFF, F.: Klinische Physiologie und Pathologie. Verlag Thieme, Stuttgart. 1954
    HUMPHREY, J.H.; WITHE, R.G.: Inmmunologie. Verlag Thieme, Stuttgart. 1972
    HUNEKE, F.: Das Sekundenphano­men. 4 Aufl., Verlag Haug, Hei­delberg
    JENTGENS, H., MATZKER, J.; STEINHAUS, Ch.: Laryng. Rhinol 57, 190 (1978)
    JUNGE-HULSING. G.: Untersuchun­gen zur Pathophysiologie des Bindegewebes. Verlag Dr. Hüt­hig, Heidelberg 1985
    KELLNER, G.: Zur Histopathologie des Storfeldes am Beispiel der Narbe. Phys. Med. u. Rehab. 10, 4 (1969). Untersuchungen zur Eluierbarkeit von Knochenzer­ment, Orthopad Praxis 12, 6, 624 (1976). Die chronische Entzün­dung. Wien. Med. W. 127, 10, 301 (1977)
    KELLNER. G.; KRAMMER. H.; SEIDL, K.: Objektivierbare Parameter zur vegetativen Ausgangslage (Regulationsprüfung). Die Heilkunst 91, 3 (1978)
    KERL, W.: zit. nach E. Urbach
    LEDER, L.D.: Der Blutmonozyt. Springer-Verlag, Berlin-Heidel­berg-New York, 1967
    MARUNA, R.; TROJAN, R.: Vortrag vor dem 1. Osterr. Osteologen­kongress Wien, Okt. 1977
    MAXIMOW, A.: zit. nach A. Pischinger
    MERTIN, J.: Der Einfluss essentie­ler Ferrsauren auf die zellulare lmmunantwort. Med. Klinik 72, 16, 677 (1977)
    MOLLENDORF, W. von: Lehrbuch der Histologie und mikrosk. Anatomie des Menschen. Verlag Fischer, dena, 1943
    NAEGELI, N.: zit. nach L.D. Leder
    NEUMAYER, E.; PERGER, F.; TSCHABITSCHER, H.; SCHINKO: Das Serumeiweissbild der Multi­plen Sklerose. Wien. Z. f. Ner­venheilkunde u. ihre Grenzgebie­te Bd. XIII, Nr. 1-2, 46 (1956)