Alimentos Yang: si su "energía" es caliente, tonificante y contractiva como los cereales, legumbres, pescado, carne, la sal, verduras de raíz.
Alimentos Yin: cuando su energía es fría, dispersante y debilitante como el azúcar, la miel, los lácteos (leche, quesos y yogures) las frutas (sobre todo las tropicales como Plátano, Mango, Kiwi, Papaya, Piña....), verduras como las patatas (papas), berenjena, tomate y remolacha, el alcohol...
Ventajas de la macrobiótica
La macrobiótica limina de la dieta todos los productos refinados como el azúcar blanco, el pan blanco, los embutidos, la carne, los dulces industriales, las bebidas alcohólicas y los refrescos industriales.
Introduce las Algas Marinas en la dieta, no como algo puntual y exótico sino como parte del menú diario.
Recupera de nuevo los cereales como parte de la dieta y sobre todo introduce el concepto de que deben de ser integrales y cultivados sin pesticidas.
Adecua la dieta a cada persona según su constitución física, el país donde vive y la estación del año.
Une a la dieta remedios naturales y terapias como el Shiatsu, con lo cual empiezas por la dieta pero te acabas metiendo de lleno en el mundo de la Medicina Natural.
La macrobiótica busca el equilibrio emocional y espiritual. La dieta es un poco la excusa para hacerte consciente de que necesitamos equilibrarnos a todos los niveles para vivir felices.
Inconvenientes de la macrobiótica
Riesgo de Anemia ya que a excepción de algo de pescado, como norma no se toma nada de proteína animal (ni carne, ni pescado ni huevos ni lácteos).
Cuidado con la vitamina B12 ya que aunque en teoría está en el Tempeh, en el Miso (fermentos de soja) y en el alga Espirulina a la hora de la verdad muchos de estos productos tienen poca cantidad o son insuficientes para algunas personas.
Disminución de la masa muscular. Hay personas que se adelgazan mucho pero sobre todo pierden masa muscular ya que o bien toman poca proteína vegetal o su cuerpo no la asimila bien.
Riesgo de convertirte en un bicho raro. El hecho de no tomar ensaladas, ni pan ni arroz blanco, ni fruta como norma, ni pizzas, ni huevos, ni carne , ni lácteos limita mucho tu vida social y familiar por eso la mayoría acaba limitado a sus amigos y conocidos macrobióticos.
Todo es Made in Japan." Miso, salsa de soja, algas, tempeh, tofu, shiitake, daikon, umeboshi, seitán, umesu, genmaisu, sake, mirin...."
La verdad es que aunque la Macrobiótica dice que hemos de comer lo de nuestra tierra con esta dieta comemos lo de la suya.
Ejemplo de un menú en macrobiótica
Desayuno: una infusión de té de tres años (té Bancha, un té muy suave sin teína) o té Mu (una combinación de dieciséis plantas) con una crema de mijo o de arroz (poner una taza de arroz o mijo con cuatro o cinco de agua y cocinarlo lentamente durante cuatro o cinco horas. Luego servirla con un poco de sésamo por encima. También se pueden cocinar con un poco de canela y de pasas).
Como alternativa de la crema de arroz o mijo se suele tomar galletas de arroz con puré de sésamo o algún paté vegetal.
Almuerzo (mediodía): de primero Sopa de Miso que es una sopa de verduras con algas y un condimento salado de soja.
De segundo se toma un plato combinado donde suele haber Arroz integral hervido con un trozo de alga Kombu y otra parte de proteína vegetal (legumbres, Seitan o gluten de trigo, Tofu o "queso" de soja, Tempeh o soja fermentada).
Como postre se puede tomar un poco de compota de manzana (la fruta siempre cocida) o un poco de pastel hecho con una base de copos de cereales o de sémola de maíz o de trigo (cous-cous) con gelatina de fruta hecha con alga Agar-agar.
Normalmente no se suele tomar postre sino una taza de té Bancha.
Merienda: un té con unas galletas de arroz y un poco de mermelada o paté vegetal.
Cena: Una sopa (que puede ser de verduras con Shiitake, que es un hongo japonés, y daikon, que es como un nabo pero muy grande).
De segundo se suele tomar unas verduras al vapor o estofadas.
Si se tiene mucho apetito se puede acompañar con arroz o un poco de proteína.
Observaciones sobre la macrobiótica:
La macrobiótica tiene muchas ventajas pero cuidado con las desventajas. Es de las dietas donde es mas importante asesorarnos al máximo por alguien de la más absoluta confianza, evitar los fanatismos (a menudo se cae en la competición de a ver quien es mas purista) y sobre todo hacerse de vez en cuando alguna analítica para ver los niveles de Hierro y B12.
En la dieta macrobiótica existen algunas reglas de obligado cumplimiento que Irma Doria recoge en su libro ‘La cocina macrobiótica’. Su seguimiento permitirá obtener los mejores resultados posibles:
* Eliminar el azúcar y los pasteles en general, incluidos los caramelos.
* Prescindir de las bebidas azucaradas y de las conservadas y tratadas químicamente.
* Eliminar el café y el té con colorantes artificiales.
* Cocinar los alimentos según las reglas macrobióticas: con aceites vegetales naturales o con agua, y salarlos con sal marina.
*Elegir para cocinar recipientes de barro, resistentes al fuego, acero inoxidable o recipientes esmaltados; y descartar en lo posible el aluminio. Remover los alimentos con una cuchara de madera.
*No comer verdura o fruta fuera de su época, y evitar los productos procedentes de países lejanos, salvo algunas excepciones. Son preferibles los productos de la propia tierra, y aún más los de la propia región.
*No comer fruta, verdura ni cereales cultivados con abonos químicos o desinfectantes.
*No usar especies ni ingredientes químicos, y evitar también la sal común refinada.
*Evitar lo máximo posible las proteínas animales y sustituirlas por las vegetales. De entre las carnes, aunque muy limitadamente, dar preferencia a la caza y el pescado.
Larga vida
A diferencia de muchas otras dietas, adelgazar no es el objetivo principal de la nutrición macrobiótica, es curar o prevenir más de 200 enfermedades. Entre ellas diabetes, cáncer y problemas del corazón. Sin embargo al reducir el consumo de azúcar y grasa animal a su mínima expresión perderás esas libritas de más.
"No me interesa adelgazar", dice Olga Mancera, una chica vegetariana de 30 años que mide 5 pies , 4 pulgadas y pesa 113 libras . "Mi principal preocupación es evitar el cáncer".
El legado de Michio Kushi
Macrobiótica procedente del griego "macro" (grande, largo) + "bios" (vida), es un estilo de vida que incorpora a la dieta un régimen alimenticio propio. La palabra fue acuñada por primera vez en Europa por el Alemán Christoph Wilhelm Hufeland en su libro, "Makrobiotik, oder die Kunst das menschliche Leben zu verlängern" ("Macrobiótica, o el estilo de extender la vida humana"), en 1796 siendo inspirado por las ideas de George Ohsawa que denominaba a la macrobiótica anteriormente como Principio único.
La metodología Macrobiótica fue traída a Europa desde Japón por George Ohsawa (1893–1966). Ohsawa fue un filósofo japonés que animó a formalizar la macrobiótica por Kaibara Ekiken, Andou Shoeki, Mizuno Nanbaku, y Sagen Ishizuka así como sus discípulos Nishibata Manabu y Shojiro Goto. Ohsawa influenció a Nishibata Manabu (quién enseñó las normas de forma extensiva en Paris), y que fue además quién llevó las enseñanzas de la teoría macrobiótica a Norte América a finales de los años 1960s, juntos con sus pupilos Herman Aihara, Michio Kushi y Aveline Kushi, entre otros.
Antes de que la palabra "macrobiótica" tuviera un significado global en cada idioma del planeta, era conocido como Principio único (traducción directa del nombre en japonés).
Pirámide alimenticia macrobiótica
Entre los alimentos básicos se encuentran las judías de soya, avena, trigo, arroz integral y lentejas. Los vegetales comunes, la sopa de miso o shoyu, algas marinas y los vegetales de mar forman el grupo de los acompañantes o comidas secundarias.
Algunos de los vegetales marinos que debes comer como hiziki, arame, kombu, wakame y nori los podrás encontrar en tiendas de comida oriental. Los vegetales convencionales cocinados al horno, al vapor, sofreídos, hervidos o crudos.
Frutas, pescado y semillas
En tercer lugar se encuentran frutas selectas como manzanas, semillas y nueces.
El cuarto y último grupo alimenticio de la pirámide macrobiótica lo conforman el pescado de carne blanca y los mariscos, los cuales se comen con moderación, máximo dos veces por semana.
Una dieta para cada clima
La cantidad de alimentos que debes comer por cada grupo dependerá del clima en el que te encuentres. Por ejemplo, si vives en una zona cálida el 50% de tu alimentación debe contener granos enteros. Los vegetales comunes tales como repollo, brócoli o coliflor acaparan de un 20% a un 30%. Las legumbres, sopas, vegetales marinos y otros alimentos sólo representan el 10%.
Trasciende la barrera cultural
Aunque las algas marinas no son un artículo de preferencia en la cesta básica de alimentación de los hispanos, es la fuente natural de minerales más completa del mundo.
Balance, nutrición y consejos de vida
• Comer tres veces por día.
• Dar gracias antes y después de cada comida.
• Masticar la comida por lo menos cincuenta veces antes de tragar.
• No comer tres horas antes de ir a la cama.
• Mantenerte física y mentalmente activa.
• Ser humilde.
• Y mantener una comunicación abierta con tus familiares cercanos son algunos de los principios que complementan la dieta macrobiótica.
Unos de los platos más representativos de este plan de comidas sanas es la sopa miso. La receta que encontrarás a continuación y su preparación toma sólo cinco minutos.
Ingredientes:
• 5 tazas de agua.
• 1 taza de cebolla rebanada.
• 1 taza de tofu en cuadritos.
• Cebollín en rebanadas.
• 1/8 de taza de Wakame (algas) en tiras.
• 1/4 de cucharada pequeña de barley miso por cada taza de líquido. Barley miso es una pasta de judías de soya molidas, fermentadas y mezcladas con sal marina y barley.
Preparación:
Hierve el agua. Añade el wakame y las cebollas. Cocina a fuego medio hasta que las cebollas estén transparentes. Añade el tofu y el barley miso. Reduce el fuego al mínimo y déjalo cocinar por 3 minutos.
Contenido nutritivo:
Adorna el tazón de sopa con cebollín fresco y disfruta de un platillo rico en proteínas, vitaminas A y B, minerales, ácido fólico y calcio entre otros.