LA GRAN DAMA EN LA LUCHA CONTRA EL ENVEJECIMIENTO
ANA ASLAN es una renombrada científica, famosa por su contribución esencial a la geriatría y gerontología. Descubrió la acción regeneradora de la procaína y creó productos para el tratamiento del envejecimiento: GEROVITAL.
ANA ASLAN nació en Braila (Rumanía) el 1 de enero de 1897, fue la menor de cuatro hermanos, y probablemente la favorita de su padre (nació cuando éste tenía 59 años) pero sólo pudo disfrutar de su compañía 13 años. Su madre, Sofía Aslan, veinticinco años más joven que su padre murió octogenaria, fue sin duda la paciente más querida de ANA ASLAN.
Quiso ser pianista y piloto de avión antes que médico. Inició sus estudios de medicina el 13 de octubre de 1915 en la facultad de medicina de Bucarest (Rumanía), finalizó su licenciatura en 1922 y su tesis doctoral en 1924 (investigaciones sobre la circulación periférica del hombre). Llegó a ser especialista en cardiología, endocrinología, fisiología... Dedicó toda su vida al trabajo de investigación del envejecimiento y a la asistencia de enfermos.
Los resultados de sus investigaciones fueron tan espectaculares que asombraron a médicos y a científicos de todo el mundo.
En 1949, inició los trabajos científicos en el campo de la geriatría y rejuvenecimiento por encargo del gobierno rumano, con el fin de recuperar para la vida activa, a las personas salidas del campo de concentración o con secuelas físicas de la postguerra. Tres años antes, en 1946, había descubierto las múltiples acciones de una sustancia conocida y usada en terapéutica: la procaína (la había probado con un estudiante con artritis reumática con muy buenos resultados, este fue el comienzo de su fuerte interés en lo que llegaría a ser el medicamento Gerovital H3).
Entre los años 1952 y 1974, la doctora ANA ASLAN fue profesora y directora del Instituto de Geriatría de Bucarest (Rumanía), y, finalmente, desde 1974 directora general del Instituto de Gerontología y de Geriatría.
En 1985 (con 88 años de edad), la DRA. ANA ASLAN estaba en la cumbre de su celebridad. Títulos, órdenes, medallas, distinciones, premios... iban entrando a su despacho mientras su terapia del envejecimiento para el organismo y la piel, daba la vuelta al mundo. Sus enfermos eran innumerables tanto anónimos como famosos: DE GAULLE, HÖ CHI MINH, TITO, SUKARNO, INDIRA GANDHI, MARLENE DIETRICH, SILVESTER STALLONE, ZSA ZSA GABOR, OMAR SHARIF. Sin embargo, su consagración no fue nada fácil ni definitiva, sobre todo, porque, hasta el presente, la gerontología sólo ha sido impuesta como disciplina médica en unos pocos países. Además, tuvo que remontar la incredulidad de algunos colegas médicos, Ana Aslan, tuvo que soportar ser llamada "Fausto con faldas". Los prejuicios eran evidentes y obvios, se trataba de una mujer que venía de Europa del Este con un medicamento que podía alterar los intereses de los grandes imperios farmacéuticos.
Treinta y cinco años de investigación y sus estudios en más de 300.000 personas se convirtieron en una poderosa evidencia para Gerovital H3. En reconocimiento por esta cualificada investigación acerca del envejecimiento y enfermedades relacionadas, ella recibió cerca de 40 premios nacionales e internacionales. El único premio que la faltó para que su colección estuviera completa fue el Premio Nobel de Medicina.